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Participación local y comunitaria en la gestión de las renovables

María José Prados, Ricardo Iglesias-Pascual

6 mins - 2 de Noviembre de 2021, 18:57

En la literatura académica son diversos los estudios que remarcan cómo la transición hacia un modelo energético sostenible debe focalizar su análisis sobre los procesos de cambio socio-técnico, así como en el desarrollo de transformaciones sociales y políticas que permitan avanzar hacia sociedades igualmente sostenibles (Ahlborg, 2017). En este sentido, las prácticas caracterizadas por la participación comunitaria constituyen un elemento clave para alcanzar una sostenibilidad social (German & Schoneveld, 2012) que resulta fundamental desde el punto de vista energético, especialmente en términos de justicia para el reparto equitativo de los beneficios y los costes de los servicios energéticos (Hiteva & Sovacool, 2017).
 
De este modo, la importancia de la participación comunitaria en la implementación de las energías renovables pasa por la implicación tanto de actores sociales como de empresas tradicionales, cooperativas energéticas, 'prosumidores', colectivos sociales y otros miembros de la sociedad civil. En esta línea, las comunidades de energía renovable (CER, a partir de ahora) representan una apuesta por la democratización del sector energético a nivel local (Morris & Jungjohann, 2016). Las CER describen/acogen/dibujan una amplia y compleja diversidad de iniciativas tanto formales como informales dirigidas por ciudadanos que proponen soluciones colaborativas a nivel local para facilitar el desarrollo de prácticas de energía sostenible (Bauwens, Gotchev & Holstenkamp, 2016Seyfang, Park & Smith, 2013). Por tanto, resulta crucial analizar la participación comunitaria para comprender mejor los procesos de implementación de las energías renovables y su aceptación social a nivel local (Devine-Wright, 2011Tanimoto, 2012Howells & Bessant, 2012).

Aspectos tales como el papel del sentimiento de pertenencia y apego al lugar (Manzo & Perkins, 2006Tuan, 1977Cresswell, 2005) y el sentido del lugar (Buttimer &Seamon, 1980) son fundamentales a la hora de comprender a escala local las reacciones que socialmente se desarrollan sobre las energías renovables (Manzo & Perkins, 2006); como lo es analizar el papel de las instituciones públicas y privadas en sus distintas escalas nacionales, regionales o locales a la hora de planificar e implementar las infraestructuras de las energías renovables (Mignon y Bergek, 2016) y el nivel de participación de las comunidades locales en la toma de decisiones para entender cómo se desarrollan esos procesos de aceptación o rechazo (Bauwens, 2016).

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Por tanto, en las CER la dimensión social y emocional que genera el apego al lugar es de vital importancia (Devine-Wright & Howes, 2010). Ya sea de manera individual o colectiva, las personas tienden a permanecer, proteger y mejorar los espacios que son significativos para ellos (Manzo & Perkins, 2006). De hecho, la puesta en marcha de actividades relacionadas con las renovables basadas en el sentimiento de apego al lugar y la organización comunitaria suele despertar actitudes positivas de aceptación de las energías renovables (Rogers et al., 2008Süsser, Döring & Ratter, 2017). Del mismo modo, estas dimensiones resultan esenciales para entender las percepciones sociales que generan aspectos como la vulnerabilidad energética y los conflictos derivados de su puesta en marcha; percepciones sociales y conflictos territoriales que tienen un papel clave para comprender las reacciones comunitarias que se encuentran detrás de los procesos de justicia/injusticia espacial (Lefebvre, 1991Harvey, 1996Soja, 2009), asociados a la implementación de la producción energética (Yenneti, Day & Golubchikov, 2016).

Muestra de la importancia de lo local y comunitario en la puesta en marcha y aceptación de las energías renovables en nuestro contexto local más cercano son las acciones de la asociación Muti, especialmente en su papel en el desarrollo de la comunidad energética Alumbra en Arroyomolinos de León (Huelva). Esta CER, puesta en marcha oficialmente en enero de 2021, es fruto de la cooperación entre la citada asociación y el Ayuntamiento onubense. El origen de dicha comunidad se encuentra en el premio recibido como proyecto de transición energética en el Germinador Social de 2019. Éste es un concurso que, desde 2017, organizan Som Energia y Coop57 para estimular la creación de modelos sociales innovadores con el objetivo de promover nuevos agentes locales para la transición energética.

Una de las principales características de Alumbra sería la orientación social y comunitaria de la CER, además de los objetivos energéticos y su condición de comunidad de aprendizaje para vertebrar el municipio de forma transversal. Así, tal como explicita la propia Alumbra, la CER se articula mediante un proceso de participación y diálogo entre Ayuntamiento, empresas, asociaciones y ciudadanía sobre energías renovables y desarrollo rural sostenible; todo ello a través de una agenda de actividades de sensibilización en materia de cambio climático, cultura energética, economía rural y participación comunitaria.



Fruto de la actividad de la asociación Muti se están plasmando colaboraciones con la eco-escuela Virgen de los Remedios de Arroyomolinos de León. El objetivo que plantea el centro educativo es producir su propia energía, transformar su pueblo y erradicar la pobreza energética en la comunidad. Como resultado, cabe mencionar la obtención del primer premio a su proyecto #La EnergíaDelCole en el Renovathon 2020 de Greenpeace España. El 5 de octubre de 2021 se ha iniciado una campaña de financiación colectiva para la puesta en marcha de una instalación fotovoltaica de 22 a 42,5 kWp para autoconsumo colectivo de propiedad ciudadana y que se ubicará en el tejado de la escuela. 

El objetivo principal es que la energía producida se reparta entre el centro educativo y alrededor de 30 viviendas de familias de la localidad. El proyecto se sustenta en la conformación de alianzas comunitarias de carácter público/privado. Muestra de ello es que cuentan con la colaboración de los siguientes agentes: Greenpeace, la cooperativa AieoLUZ y Muti como equipo promotor, unidas a entidades locales implicadas como la Ecoescuela Ceip Virgen de los Remedios, la Ampa Juan Ramón Jiménez, el Ayuntamiento de Arroyomolinos de León y la cooperativa Megara.

La diferente participación en proyectos energéticos y puesta en marcha de acciones comunitarias centradas en las energías renovables por parte de Muti en el Ayuntamiento de Arroyomolinos es un ejemplo de que cuando los proyectos energéticos se implementan partiendo de las necesidades y la escala de la comunidad local, adquieren un nivel de significación y aceptación social que contrasta con las puntuales actitudes locales que se suelen agrupar bajo la categoría Nimby (not in my backyard).
 
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