Septiembre trae el fin de las vacaciones, las primeras noches frescas, la llegada del otoño y la vuelta al cole. Y junto al sonido de la brisa otoñal, la caída de las hojas y los gritos y las risas en el patio del recreo, se escuchan los lamentos de los padres y madres a la hora de pagar los libros de texto.
Es que la crianza trae consigo muchas exigencias: de sueño, de energía, y también de dinero. ¿Cuánto, exactamente? La respuesta no es nada sencilla. Podemos calcular la vuelta al cole (según la OCU, unos 500 euros) Pero más allá de los gastos educativos, hay muchos otros que los hogares con niños y niñas a cargo deben afrontar el resto del año. Dependiendo de la capacidad económica de los hogares, el coste de la crianza puede ir desde muy poco dinero hasta el infinito y más allá.
Pero sí que podríamos responder a la pregunta: cuánto cuesta, como mínimo, cubrir las necesidades más básicas de los niños y niñas. Una cifra que marque un límite de bienestar: se podría gastar más, por supuesto, pero difícilmente se podrá gastar menos si se quiere asegurar un nivel digno de vida.
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Desde Save the Children pensamos que esta es una pregunta fundamental, y siguiendo la máxima del físico y matemático William Thomson Kelvin ("Lo que no se mide, no se puede mejorar") nos hemos lanzado a calcular cuál sería el coste mínimo de la crianza, para saber cómo mejorar las políticas necesarias que aseguren unas condiciones dignas para un desarrollo y bienestar adecuado de la infancia en España.
¿Cómo lo hemos calculado? Hemos definido una cesta de bienes y servicios básicos para satisfacer las necesidades de niños y niñas en las distintas etapas de crecimiento, en una cantidad mínima que aseguren una crianza digna. Para establecer esta cesta básica, hemos utilizado los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares de los años 2016 y 2017 -para asegurar una muestra suficiente-. Además, se han usado otras fuentes de datos (precios de tiendas que están presentes en todo el territorio español y otros informes y fuentes en la literatura), para calcular el coste mínimo de cada una de estas cestas de bienes y servicios considerando diferentes factores:
- Edad de los niños y niñas: las necesidades van cambiando a medida que crecen, reflejándose en el gasto económico de las familias a lo largo de los años. Para observar estas variaciones, se han construido grupos de edad por características de gasto comunes: de 0 a 3 años, de 4 a 6 años, de 7 a 12 años y de 13 a 17 años.
- El coste de vida es distinto por territorio de residencia. Se han dividido las comunidades autónomas en dos categorías: la primera, donde el coste de vida es más alto (Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra), y la segunda, donde el coste de la vida es medio o bajo (las restantes).
- Tipos de gasto: alimentación, higiene, ropa y calzado, educación, ocio y juguetes, sanidad, muebles y enseres, vivienda, costes corrientes de la vivienda, transporte, conciliación y gastos extraordinarios.
¿Y qué nos hemos encontrado? Que los gastos van creciendo junto con los niños. El coste de la crianza aumenta con la edad: el coste mínimo oscila entre los 479 euros mensuales en niños de 0 a 3 años y los 588 euros mensuales en los adolescentes de 13 a 17 años.
Este coste no es homogéneo en el territorio español. En las comunidades autónomas con costes de vida altos (como Cataluña, País Vasco, Madrid y Navarra), el coste mínimo de la crianza va desde 551 euros mensuales para los más pequeños a 714 en los mayores. La brecha va en aumento: es 72 euros más caro criar a niños y niñas de 0 a 3 años en estas comunidades autónomas, y esta diferencia alcanza los 126 euros en la adolescencia.
¿Cuáles son los gastos más importantes? Varían según las edades de los niños y niñas:
- De 0 a 3 años, el gasto más importante es el de conciliación (escuelas infantiles en esta etapa), seguido de los gastos en vivienda e higiene (pañales, toallitas húmedas, etc.)
- De 4 a 6 años, el gasto más importante sigue siendo el de conciliación (actividades extraescolares, actividades de verano). Aparece en segundo lugar el gasto educativo (libros de texto, comedor, material escolar) y vivienda.
- De 7 a 12 años, la alimentación pasa a ser el gasto con mayor peso, seguido de conciliación y educación.
- En los adolescentes de 13 a 17 años, el gasto más importante es el de alimentación, seguido de gastos extraordinarios (como una paga semanal y excursiones) y vivienda.
Estos resultados muestran la dificultad a la que se enfrentan muchas familias para poder afrontar los costes de crianza, que suponen un porcentaje muy elevado de los gastos familiares, especialmente en nuestro país, donde el salario mínimo es de 858 euros mensuales en 12 pagas y el salario medio no llega a los 1.600 euros mensuales.
De hecho, 700.000 familias, el 30% de los hogares en España, están en esta situación: sus ingresos no son suficientes para afrontar los costes de la crianza. Muchas familias, a pesar de realizar un inmenso esfuerzo económico, no pueden garantizar que sus hijos e hijas crezcan y se desarrollen en las condiciones adecuadas. Muchas de ellas necesitan de las prestaciones del Estado para poder cubrir sus necesidades básicas. Pero las prestaciones a familias y a la infancia en España están dentro de las más bajas de Europa.
Medir para mejorar. La cuantía de la principal prestación diseñada para apoyar a los hogares que sufren la pobreza, la prestación por hijo a cargo, es tan escasa (son sólo 24 euros mensuales) que no alcanza a cubrir ni el 5% del coste mensual de la crianza en España.
Incrementar la cuantía de la prestación por hijo a cargo es el primer paso hacia un cambio en la política pública en relación a los derechos del niño, y en especial, a su protección social.
El bienestar de la infancia afecta a toda la sociedad. Por eso, garantizarlo es responsabilidad de todos. No podemos permitir que nuestros niños y niñas crezcan en condiciones indignas cuando los esfuerzos que hacen sus padres y madres no son suficiente. Los derechos de los niños y niñas no son solamente asunto de las familias, es una cuestión de interés público. El Estado debe actuar para asegurar que todos los niños crezcan y se desarrollen con dignidad.
*** El informe en el que se basa este artículo es El coste de la Crianza, de Save the Children. Sus autores son María Sánchez Vidal, Rosa Sanchis-Guarner y Pere Antoni Taberner