1 de Junio de 2018, 22:18
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En una democracia parlamentaria con un Gobierno cuyo partido no tenga mayoría absoluta se espera que los partidos con presencia en el Parlamento que le apoyen pidan algo a cambio, y que defiendan su ideología y/o los intereses de sus votantes. En España, esta dinámica de apoyos de partidos nacionalistas a los gobiernos españoles se ha dado tanto con los del Partido Popular (José María Aznar y Mariano Rajoy) como con los socialistas (Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero). Desde la entrada en las Cortes de Podemos y Ciudadanos, los partidos nacionalistas no tienen suficientes votos para sustentar a un Gobierno, por lo que éste requiere también del apoyo o tolerancia de alguno de los partidos estatales. Lo que es quizás más sorprendente es que el PNV haya dejado caer a un Gobierno minoritario, en este caso el de Rajoy. Lo es porque pierde la influencia que ha tenido sobre el comportamiento de éste y también porque unas elecciones, de tener lugar, podrían alterar esa capacidad de influencia. Antes del cambio del sistema de partidos en 2015, una convocatoria electoral podía saldarse con un Gobierno con mayoría absoluta que no les necesitara para nada. En las circunstancias actuales, el PNV también quiere evitar o aplazar elecciones, pero esta vez por otro motivo. Le preocupa Ciudadanos, con fuerza en las encuestas y hostil a sus intereses. Quizás haya calculado que apoyar la moción de censura era la mejor manera de retrasar los comicios. Pero, además, el partido nacionalista vasco tuvo que calibrar si los beneficios que recibía a cambio de su apoyo al Gobierno de Rajoy valían más que los potenciales daños electorales y para su reputación política en el supuesto de que siguiera apoyando a un partido manchado por la corrupción. No es la primera vez que un partido nacionalista se ha encontrado en estas circunstancias. CiU fue el principal partido de apoyo del Gobierno minoritario de González entre 1993 y 1996. En un contexto también de escándalos de corrupción, Convergencia le retiró su apoyo y el presidente socialista convocó elecciones anticipadas.