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La cantidad no es la tarea pendiente

Gonzalo López Molina

4 de Abril de 2018, 12:36

Este viernes pasado el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (MEYSS) publicó las cifras de paro registrado y afiliación correspondientes al mes de enero de 2018. Enero –a pesar de nuestros buenos propósitos de comienzo de año– no es un buen mes para sacar conclusiones apresuradas: coincide con el final de la temporada de Navidad y eso supone la terminación de miles de contratos impulsados por una época de especial actividad.

Como quedarnos con la última cifra de paro o afiliación no parece suficiente para hacerse una idea general del estado del mercado laboral, y con la intención de hacer este breve análisis algo más llevadero, resumiré los hitos más importantes en una serie de gráficos.

  1. Evolución desigual.
La cifra total de demandantes de empleo en el último día del mes de enero fue de 3.476.528 personas. De ese total, 1.475.479 son hombres y 2.001.049 son mujeres (un 42% y un 57%, respectivamente). Como se aprecia en el gráfico, la convergencia en el número absoluto de parados entre ambos sexos desapareció a partir de 2013. En la actualidad hay medio millón de paradas más que de parados registrados, y los últimos datos de la EPA (4T2017) parecen indicar lo mismo: la tasa de paro en 2013 era igual para ambos grupos (alrededor del 25%), pero en la actualidad hay una brecha de unos 3 puntos porcentuales (15% para los hombres, 18% para las mujeres). La recuperación del empleo no está siendo lo mismo para ellas.

2. Un enero no tan malo.

Según el MEYSS, el paro aumentó en 63.747 personas (+2% intermensual) en enero de este año. Pero no es una mala cifra si la comparamos con otros meses de enero de años anteriores. De hecho, en términos desestacionalizados el paró habría descendido en 24.161 personas según las estimaciones del Ministerio. Es cierto que en 2018 ha aumentado algo más que en 2016 y 2017, pero se queda a una fracción de los aumentos que observamos durante los años más duros de la crisis, donde aumentaba aproximadamente el doble tanto en número absolutos (+120.000) como en tasas (llegó al 4% intermensual en 2012).

En términos interanuales (enero de 2017 a enero de 2018), el paro descendió en -283.703 personas (-8% interanual).

3. Fueron los servicios.

Como intuíamos por la finalización de las Navidades y dado el carácter de la festividad, todo el aumento del paro de este mes se ha debido al sector servicios (+72.468). De hecho, tanto en el sector de la Construcción como las personas que no tenían empleo anteriormente el paro registrado cayó. La Agricultura y la Industria se quedaron en un nivel muy parecido a diciembre.

4. La afiliación crece a buen ritmo (interanual) y también fueron los servicios.

El número de afiliados a la Seguridad Social ha aumentado en 607.856 trabajadores durante el último año. La tasa interanual, del 3,4%, fue dos décimas inferior a la media que se registró durante todo 2017 (+3,6%) pero continúa con el buen ritmo. En el gráfico se aprecia que la mayor parte de este aumento proviene del sector servicios (sobre el 75% del total).

5. Sin tener en cuenta la temporada navideña, la afiliación también creció.

A pesar de que el número de afiliados a la Seguridad Social cayó -178.170 personas en enero, en términos desestacionalizados (corregidos los datos de efecto calendario) la afiliación aumentó en 66.578 personas según las estimaciones del Ministerio. Ese número de personas supone el mayor incremento intermensual de la afiliación en un mes de enero desde 2009. Una buena noticia para todos.

6. La temporalidad ya está en niveles de 2009.

Hay cosas que nunca cambian, así que aquí tenemos de vuelta una de las lacras de nuestro mercado laboral. La temporalidad, que cayó con fuerza en la recesión gracias a la destrucción masiva de contratos temporales, está de nuevo en el 30% (el gráfico es una media móvil de los 12 meses anteriores). Desde que comenzó la recuperación del empleo ha aumentado en 5 puntos porcentuales. Veremos si cuando recuperemos el nivel de afiliación previo a la crisis también nos llevamos del brazo esta sombra.

Los contratos a jornada parcial, que pasaron del 15% al 22% durante los años de la crisis, continúan muy estables en ese nivel a pesar de la recuperación económica.

Con estos gráficos lo que vemos es que no parece que tengamos un problema de cantidad en la creación de empleo (aunque las mujeres deberían ser más partícipes). Pero sí que volvemos a encontrarnos con ciertos rasgos relacionados con la vulnerabilidad que en ausencia de medidas correctoras podremos lamentar.

Nota: la fuente de todos los gráficos es el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

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