
Gráfico 1: Participación de mujeres en el gobierno y parlamento (2014) (%)
La mayoría de países desarrollados no consigue llegar a una paridad de género en 2014, ni en la representación parlamentaria, ni en la representación ejecutiva. Esto es especialmente llamativo teniendo en cuenta que algunos de estos países cuentan con cuotas legislativas. Como muestra el primer gráfico, los países escandinavos (Finlandia, Suecia y Noruega) son los únicos en que las mujeres representan más del 40% en el ámbito político, liderando la representación femenina tanto en los ejecutivos como en los legislativos. Pero ¿de qué depende que en un país se nombre a más mujeres en los gobiernos que en otros? En los estudios realizados previamente, se muestra que esta diferencia depende más de las instituciones e incentivos políticos de cada país, que de las mujeres disponibles para asumir este cargo. Hay diferentes instituciones en cada país que pueden hacer variar la representación femenina.
El tipo de reclutamiento ministerial juega un papel relevante. Aquellos países que pueden seleccionar los ministros/as por su conocimiento técnico y no por su trayectoria política, tienen más probabilidades de incluir a más mujeres en el gobierno. Las carreras femeninas tienen muchas más barreras políticas que superar que las masculinas, y por tanto, es difícil que las mujeres lleguen por la vía política al ejecutivo.
La ideología del gobierno también es un factor clave para explicar la variación de representación femenina. Aquellos partidos definidos como de "izquierdas" favorecen más la presencia de mujeres, ya que en los principios básicos de estos partidos se encuentran puntos como la igualdad de género. Además, éstos
tienen secretarías de mujeres/igualdad con mayor antigüedad y en una posición más alta en el organigrama. De la misma manera,
las cuotas de género adoptadas en los partidos, que se aplican en las ejecutivas de los partidos, tienen un efecto positivo para la incorporación de las mujeres en los gobiernos. También, cuántas más
mujeres haya en el parlamento, más se facilitará la incorporación de las mismas en el gobierno. Contar con un amplio espectro de mujeres con carrera política dilatada es importante, tanto para tener una oferta disponible, como para poder crear masa crítica y de esta forma cambiar sinergias de selección.
Pero a las mujeres no sólo les cuesta llegar a las posiciones con más poder de un país, sino que, además, una vez acceden son asignadas sistemáticamente a ministerios considerados como menos prestigiosos; es lo que se ha llamado segregación horizontal. Así, en los países desarrollados, un 40% de hombres son asignados en estas posiciones frente a un 20% de las mujeres. Como muestra el segundo gráfico, aunque los y las ministras tengan el mismo capital político, los hombres tienen más probabilidades de ser asignados a ministerios de prestigio. Así, con el mismo nivel de experiencia en la ejecutiva del partido, con la misma experiencia en el campo asignado, con los mismos años dedicados a la política o con el mismo número de hijos, las mujeres tienen una probabilidad mucho menor de ser nombradas en estas posiciones prestigiosas. La segregación horizontal se explica principalmente por el género, esto es importante y preocupante porqué podría afectar a la políticas de los gobiernos, además de poder tener una incidencia en la carrera y éxito posterior de las mujeres.

Gráfico 2: Probabilidades predichas para obtener ministerios de prestigio según sexo
Fuente: Elaboración propia
Nota: Este gráfico muestra la probabilidad de los hombres y las mujeres de ser nombrados en un ministerio de prestigio, cunado éstos tienen igualdad de condiciones en las diferentes capitales políticos y sociales.