A continuación se presentan las principales conclusiones de la conversación "La política latinoamericana durante la pandemia: Paraguay" (25 de junio de 2020), en que participaron Rocío Duarte (Universidad Nacional de Asunción y Universidad Católica Nuestra Señora de Asunción, Red de Politólogas), Luis Fretes Carreras (Centro de Estudios Internacionales, Portugal) y Magui López (Conicet, Argentina y Red de Politólogas) y organizamos con Daniela Campello. La iniciativa cuenta con el respaldo del Graduate Institute, la Fundación Getulio Vargas, la Red de Politólogas, Agenda Pública y el Observatorio de Reformas Políticas de América Latina.
Paraguay aparece como un caso de éxito por el bajo número de casos (13 fallecidos en total, 9 contagios por millón de habitantes) pero los analistas alertaron que se espera que el pico de infectados llegue en agosto. Las capacidades hospitalarias ya estaban con una ocupación del 60% por enfermedades estacionales antes de la pandemia, lo que no alienta el exitismo. Preocupa la pobreza creciente y el aumento de la población en situación de vulnerabilidad. Al momento de mantener la conversación el país se encontraba en fase 3, con la mayor parte de los servicios abiertos, también los comercios y las oficinas públicas, aunque con medidas de distanciamiento y cuidado. Hay diferencias en el territorio con zonas que se han vuelto a confinar por el crecimiento de los contagios (en decenas). En cuanto a la democracia, Fretes observa un declive provocado por la gestión de la pandemia, para Duarte y López no hay mayores diferencias con una situación que ya era preocupante con anterioridad. Coinciden en evaluar muy negativamente la incidencia de la corrupción, el clientelismo y la cultura represiva que se manifiesta en la violencia institucional. Aquí los puntos centrales en el análisis de la gestión de la pandemia.
1. La cultura de la población y los aprendizajes en la gestión de otras enfermedades
En febrero, miles de personas estaban afectadas por el dengue y el sistema de salud estaba colapsado. Los informes reportan más de cien mil personas afectadas durante el año anterior. La gestión de esta epidemia habría generado aprendizajes y circuitos de comunicación que se activaron contra la Covid 19.
En contra de algunas explicaciones que han intentado dar cuenta del escaso avance del contagio en el país, los analistas descartan el peso explicativo del aislamiento y la ruralidad: Paraguay tiene un intercambio importante con los países de la región, particularmente Argentina y Brasil (ambos afectados por la pandemia) y la densidad poblacional del área metropolitana de Asunción es semejante a la del área metropolitana de Buenos Aires.
Magui López resalta que "Paraguay llega a la pandemia con los recursos que tiene, no con los que queremos que tenga. Tiene un sistema de salud desfinanciado, atravesado por micro corrupciones, mal distribuido en el territorio y con mala calidad de las prestaciones".
2. La política de comunicación efectiva pero no consensuada
El gobierno ha sido efectivo en su política de comunicación, que se instala sobre los aprendizajes previos, pero no aporta ayudas suficientes para paliar la grave situación económica, lo que hace que el confinamiento pierda efectividad cuando muchos sectores de la población deben salir a la calle para buscar su sustento. "El gobierno ha generado políticas sin convocar a la comunidad científica ni a los partidos, se ha asumido una comunicación y un proceso de toma de decisiones de carácter militar. No participan los gobernadores, ni los intendentes. La comunicación es centralizadora y autoritaria", sostiene Luis Fretes.
3. El sistema sanitario es débil y las ayudas económicas son insuficientes
El gobierno implementó ayudas pero no son suficientes. Esto generó un círculo vicioso porque la gente que trabaja en el mercado informal salió a la calle y las fuerzas de seguridad aplicaron medidas represivas a las que son propensas, no sólo en Paraguay. La economía paraguaya se caracteriza por el elevado nivel del cuentapropismo, los trabajadores informales (70%) y/o autónomos, lo que dificulta las medidas de confinamiento. El gobierno aprobó ayudas excepcionales casi de inmediato, pero no han sido suficientes.
4. Ante la ausencia o debilidad del estado, se activan las organizaciones de la sociedad civil
Los expertos subrayan el rol de las organizaciones de base, que han mostrado un gran despliegue para llegar donde el estado no llega y permitir que menos gente se vea obligada a saltarse la cuarentena. Básicamente, lo que funciona es la provisión de comida. Un sector en situación de gran vulnerabilidad es el de los trabajadores paraguayos que están en Brasil o Argentina y que no pueden volver o vuelven sólo si disponen de recursos para costearse la cuarentena requerida en hoteles de Asunción. Los que consiguen plazas gratuitas del estado quedan sometidos a la violencia institucional y al incremento de las posibilidades de contagio porque las condiciones en muchos albergues no se cumplen.
5. Serios problemas estructurales para la consolidación democrática
El congreso, a juicio de Luis Fretes, ha abdicado de sus responsabilidades. El gobierno ha tomado decisiones sin pasar por controles democráticos para decretar la emergencia, aprobar ayudas económicas y organizar compras para el sistema de salud. En cambio, las analistas señalan que no se puede hablar de retroceso de la democracia porque la calidad de la democracia paraguaya no había alcanzado niveles aceptables. Coinciden todos en resaltar los elevados niveles de corrupción que se han disparado aún más con la implementación de procedimientos de compra por vías rápidas y sin controles.
* Una versión en inglés de este sumario puede consultarse en esta página del Albert Hirschman Centre on Democracy y un resumen del video aquí.
Otros artículos de la nuestra cobertura de la pandemia en Paraguay:
"Paraguay frente al covid 19", por Rocío Duarte