11 de Julio de 2020, 12:25
Bienvenidas y bienvenidos a las primeras elecciones ibéricas tras la pandemia.
¿Se habrán vuelto los electores más aversos al riesgo y, por lo tanto, más centristas o, por el contrario, las corrientes polarizadoras les habrá arrastrado hacia los extremos? ¿Recibirán los partidos de Gobierno un castigo o un estímulo por la gestión de la crisis? ¿Habrán sacado una lectura ideológica de la pandemia que favorezca más a los partidos de un lado? Y en cuanto a la participación, ¿irá menos gente a las urnas por el miedo a contagiarse o la experiencia de cooperación colectiva que ha supuesto la pandemia ensalzará el cívico deber de votar?
Las elecciones de este domingo servirán para abrir el debate sobre las grandes preguntas que nos hacemos estos días los politólogos. No obstante, el mercado de predicción que, como de costumbre, Oliver Strijbis y yo programamos, y las encuestas ofrecen respuestas a preguntas más modestas. En este análisis, usando estos datos, haré un recorrido sobre lo que probablemente va a ocurrir este domingo y cómo puede afectar al escenario político que vivimos hoy.
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¿Cómo quedará cada partido?
??Ojalá fuera tan fácil encontrar la tan deseada vacuna contra la Covid-19 como predecir qué partido quedará primero en Galicia y el País Vasco. En ambas comunidades llevan ganando los mismos desde las primeras elecciones autonómicas. Las victorias del Partido Popular (PP) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), respectivamente, parecen aseguradas también en esta ocasión. Lejos de recibir un castigo, las formaciones de los presidentes autonómicos superan por más de 15 y 27 puntos al segundo respectivamente (para más detalle, ver el gráfico de predicción de voto). ??
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Es en las segundas y terceras posiciones donde pueden observarse cambios significativos en los sistemas de partidos gallego y vasco. A la tradicional batalla por la plata entre la izquierda nacionalista y el PSOE se habían sumado en los últimos tiempos plataformas encabezadas o inspiradas por Podemos. Con los datos del agregado de encuestas y con los del mercado (que a continuación se exponen), podemos confirmar que los de Galicia en Común y Elkarrekin Podemos se han quedado relegados. En País Vasco, de hecho, EH Bildu saca una ventaja suficientemente holgada al PSOE (10 puntos) que le asegura en el mercado la segunda posición con un 90% de probabilidad. Donde está más disputada esta segunda posición es en Galicia, porque el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha ido recortando su diferencia con el PSOE hasta llegar al empate actual, según las encuestas. Aquí el mercado aporta más luz, otorgando una ventaja de casi 40 puntos de probabilidad de ser segundos a los socialistas sobre los del Bloque. ??
Pero, ¿hasta qué punto es importante quedar segundos? Según las mayorías que puedan conformarse, esta posición podría asegurar el liderazgo de una coalición izquierdista de gobierno contra el PNV o el PP. ¿Es ésta una opción planteable?
??¿Cuáles serán los gobiernos resultantes?
??Aunque estos días se escuchen voces desde Elkarrekin Podemos que proponen imaginativas coaliciones que puedan poner de acuerdo a EH Bildu y a los socialistas vascos, este tipo de gobierno es prácticamente descartable según el mercado (gráfico siguiente). Es factible en términos de matemáticos, pero nada hace augurar que el PSOE vaya a arriesgar la estabilidad del actual Gobierno vasco (y español, que en muchas ocasiones depende de los votos peneuvistas). Tampoco parece posible que el PNV vaya a cambiar de aliado ni que pueda necesitar a más de uno para seguir gobernando.
?[Escuche el podcast de Agenda Pública: ¿Crisis climática en cuarentena?]
??En Galicia, la situación es distinta. Tanto el PSOE gallego como el BNG y Galicia en Común (aliados de Podemos en la Comunidad) estarían dispuestos a desbancar juntos del Gobierno al PP de Alberto Núñez Feijóo. No obstante, la sustentada probabilidad de que el PP reedite su única mayoría absoluta autonómica bloquea cualquier aspiración de cambio de Gobierno. Es por esto que, aunque por diferentes razones, el mercado de predicción adjudica probabilidades superiores al 75% de que los gobiernos actuales continúen tras las elecciones del domingo.
¿Cómo responden estas elecciones a las ambiciosas preguntas sobre polarización y vuelcos ideológicos que apuntaba al comienzo? Una conclusión apresurada es que a lo que más se parece la nueva normalidad (del sistema de partidos) es a la vieja normalidad. La realidad es que estos comicios se producen en territorios enormemente estables donde difícilmente pueden observarse los efectos de fondo que esta crisis dejará en la política (y en la sociedad, claro).
En Madrid, donde no pocos miran estas elecciones con el rabillo del ojo, los resultados pueden tener varias lecturas. ¿Dará la victoria de Núñez Feijóo mayor sustento a las tesis moderadas del partido, que proponen un mayor distanciamiento con un Vox aminorado en estas convocatorias? En el mismo sentido, ¿se avanzará en la senda de acuerdos de Estado protagonizados por PSOE y PP ahora que no hay comicios inminentes? ¿Tendrá como consecuencia el acuerdo de PNV y PSOE limitaciones de pacto con EH Bildu? Y por último, ¿tensarán las relaciones con Unidas Podemos todos estos impulsos hacia acuerdos gubernamentales con el espectro de centro-derecha? Muchas preguntas fundamentales en este nuevo capítulo de la política española. Habrá que esperar a las siguientes elecciones catalanas para concretar respuestas y sumar otras preguntas. ?
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