Los sociólogos y politólogos prevén una Unión Europea debilitada, políticas más restrictivas a la inmigración, con una sobrepresencia de la desinformación. En el lado positivo, presumen un fortalecimiento de la sanidad pública, un reconocimiento mayor del saber científico y un aumento del teletrabajo.
El pasado mes de abril, tan sólo el 15% de los españoles creía que su vida volvería a ser como antes de la crisis del coronavirus. Hoy, que lo peor en términos sanitarios ha pasado, nos seguimos preguntando qué nos espera como sociedad. Sin duda, una grave crisis económica está a la vuelta de la esquina y ciertas costumbres sociales sufrirán para adaptarse a la nueva realidad. Sin embargo, poco se conoce sobre los efectos de la crisis en la política y la sociedad a medio y largo plazo. ¿Están en peligro las democracias tal y como las conocemos? ¿Saldrá debilitada la Unión Europea? ¿Ganarán fuerza los populismos?
Es tentador especular sobre las consecuencias de la crisis. En situaciones de riesgo, el sujeto social busca certezas. Muchos expertos, desde filósofos hasta economistas, advierten de los peligros y las oportunidades que ha traído a colación la pandemia. Desde el Colegio Profesional de Politólogos y Sociólogos de la Comunidad de Madrid, les hemos pedido a casi un millar de profesionales de la Sociología y la Ciencia Política (titulados y profesores) su opinión sobre las consecuencias sociales y políticas de la crisis (más información sobre la encuesta, aquí). No es que tengan una bola de cristal, pero sí un saber experto que permite una prospección algo más informada que la media de la población o voces individuales.
Dejando de lado las predicciones ciertamente alarmantes, las expertas (el 52% de la muestra son mujeres) apuntan a algunos desarrollos positivos para la sociedad. Empecemos por este lado optimista. No suscita duda alguna afirmar que el teletrabajo ha llegado para quedarse. El 85% del colectivo se decanta por algún grado de fortalecimiento de esta fórmula laboral en el futuro. La última fila del Gráfico 1 muestra que la opinión media en una escala de 0 (presencialismo) a 10 (teletrabajo) se sitúa en el 6,9. En un país con un fuerte rasgo presencialista en el trabajo, supone un cambio bienvenido, por más hartazgo que puedan producirnos las reuniones virtuales a estas alturas.
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El 72% de los consultados cree que el saber científico saldrá reforzado a costa del saber popular. La dura realidad de la crisis sanitaria ha puesto en evidencia que necesitamos datos contrastados y explicaciones informadas, algo que no nos ofrecen las teorías conspiratorias o los mensajes polarizadores que recibimos últimamente.
No sorprende que el 74% del colectivo crea que la sanidad pública saldrá reforzada de la crisis (media de 6,6). El coronavirus ha puesto en evidencia su valor y, con suerte, recibirá la atención y recursos necesarios para mejorarla. Quizás esto sea más fácil en tanto que las y los encuestados prevén una intervención mayor del Estado en la economía (Gráfico 1, media de 5,8); aunque, algo contradictoriamente, asumen la necesidad de recortar el Estado del Bienestar. Confiemos, como hacen las sociólogas y politólogas encuestadas, en que la solidaridad, en general y la intergeneracional, salga reforzada de esta crisis.
Aquí termina lo positivo. Las nubes más negras se vislumbran en el horizonte de la política internacional. El 78% de los encuestados cree que la crisis provocará un recrudecimiento de las políticas migratorias, hacia posiciones más restrictivas (Gráfico 2, media de 3,0). Por ahora, las fronteras están cerradas para casi todos. Cuando esto acabe, seguirán cerradas para muchos. También sufrirá el proyecto común europeo. El 70% ve más división que integración en la UE (gran parte augurando únicamente división y con una media de 3,5 en el Gráfico 2).
Por otro lado, las democracias tornarán hacia posturas que primen la seguridad por encima de la libertad, según el 69%, ya sea limitando ciertos derechos (como el de manifestación) o mediante una sobre-vigilancia respecto a la movilidad y el acceso a la información. En esta última cuestión, para el 60% no cabe duda que estará inundado de fake news, abocándonos a una era más de desinformación que de información.
[Escuche el podcast de Agenda Pública: ¿Qué pasa con la solidaridad en la Unión Europea?]
Vale la pena resaltar las preguntas en las que no hay consenso sobre los posibles efectos de la crisis. Según los datos de la encuesta, el autoritarismo no saldrá reforzado a costa de la democracia, ni la tecnocracia a costa del gobierno de los políticos (Gráfico 2, medias de 5,0 y 4,9 respectivamente). Asimismo, las opiniones están divididas sobre si el populismo cogerá carrerilla a lo Viktor Orbán en Hungría o tocará techo (Gráfico 2, media de 4,8). Tampoco está claro el futuro del gobierno multi-nivel en España, aunque la balanza parece inclinarse ligeramente hacia el lado de la centralización del poder (Gráfico 1, media de 4,6).
Por último, lo que parece más cierto es que los partidos políticos no saldrán fortalecidos de esta crisis. En opinión del colectivo encuestado, solamente el PP puede ganar algo de apoyo (Gráfico 3, media de 5,1). Pese al conocido efecto de movilización alrededor de la bandera que suele otorgar ventaja a los gobiernos en tiempos de amenaza, el PSOE, y especialmente Unidas Podemos, saldrán debilitados. Igual que Vox, por mucho que utilice la misma bandera para movilizar. Veremos si lo último es sólo un deseo de un colectivo con inclinación izquierdista o si, en realidad, el apoyo a partidos de derecha radical ha tocado techo.
(La encuesta 'Epidemia y Sociedad: Politólogos/as y sociólogos/as ante el Covid-19' se ha llevado a cabo bajo la dirección de Lorenzo Navarrete Moreno, decano del Colegio Profesional de Politólogos y Sociólogos de la Comunidad de Madrid, con la participación de Laura Díaz Chorne, Lisboa Osanz y Adolfo de Luxán Castilforte)
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