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Empleo verde y vulnerabilidad

Gregori Cascante Pérez

5 mins - 30 de Septiembre de 2021, 22:38

¿Cuántos empleos verdes se van a crear en España? Si hacemos caso al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), hasta el año 2030 entre un mínimo anual de 249.000 y un máximo de 348.000. Aunque en el Plan se habla de empleos netos, no estamos seguros de si todos serán adicionales, pero de lo que no cabe ninguna duda es que son muchos. Puestos en contexto, suponen entre el 1,2% y el 1,7% del total de empleos existentes en España en estos momentos, o la mitad de los puestos de trabajo que se destruyeron en 2018. Asimismo, la mayoría de los estudios coinciden en que transporte, energía, edificación y lucha y adaptación al cambio climático serán los sectores más dinámicos en este ámbito.
 
Aunque hay algunos informes que lo han abordado, no es fácil saber cuántos de estos empleos serán sustitutivos de otros, o cuántos se destruirán por la transformación verde. En todo caso, no hay que engañarse, toda transición genera efectos perversos, y por mucho que la llamemos justa admitamos que en bastantes casos no lo podrá ser si no hacemos un esfuerzo colectivo y deliberado para ello

Por otra parte, ¿cuántas personas han caído en la cuneta socio-laboral o están cerca de ella? Según la European Anti Poverty Network (EAPN), el 9,5% de las personas que vive en España (es decir, 4,5 millones) son pobres de solemnidad; viven con 6.400 euros anuales como media de unidad familiar. Los datos son contundentes: entre 2008 y 2013, esta pobreza severa aumentó un 50%, y la reducción de los años siguientes no absorbió este incremento. A pesar del escudo social, en 2020 la pobreza severa aumentó en 180.000 personas (un 0,5%).
 
[Con la colaboración de Red Eléctrica de España]

A este respecto ¿qué nos dicen los datos del empleo? Pues que, a pesar de que se ha creado un millón de empleos en el último año (Encuesta de Población Activa del segundo trimestre) y que en el último trimestre la población inactiva se ha reducido en un 2,1% y el desempleo en un 3%, seguimos teniendo 3,5 millones de desempleados. También sabemos que las mujeres, los mayores de 45 años y las personas con baja formación siguen estando entre los perdedores: sus tasas de salida del desempleo hacia el empleo son tres puntos inferiores a las de otras personas. Por último, el indicador de paro de muy larga duración, que acostumbra a ser un buen indicador del riesgo de caer en la cuneta, nos dice que casi la mitad de los parados (el 49%) llevan más de un año buscando trabajo y cerca de un millón de personas (el 26,5% de los desempleados) llevan más de dos.  
 
¿Hay alguna interrelación entre las dos situaciones? ¿Podemos aprovechar los empleos verdes para reducir la exclusión social? Lo primero que hay que decir es que la cosa no es ni fácil ni evidente. Muchos de los empleos verdes requeridos hoy y mañana responden a perfiles muy diferentes a los descritos en los dos párrafos anteriores; y, por otra parte, aunque se produzca un encaje de perfiles, en muchas ocasiones la oferta y la demanda se da o dará en lugares diferentes y, por lo tanto, la inserción se complica.  

No obstante, creemos que merece la pena intentarlo, y por eso hemos creado la Plataforma por el Empleo Verde. La idea es sencilla: aprovechar el que se va a generar en España en los próximos años gracias a los proyectos públicos y privados para no dejar atrás a personas que, por un motivo u otro, están cerca de la vulnerabilidad. Desde la modestia, la idea-fuerza de esta Plataforma es generar una pasarela eficiente entre los nuevos empleos verdes y los potenciales 'perdedores' de la crisis. Se centra en tres ejes: en primer lugar, un acompañamiento personalizado, holístico, flexible y profesional a las personas desempleadas; en segundo, una recualificación que permita la adecuación a los nuevos puestos de trabajo y, por último, una apuesta digital tanto en la gestión del propio proyecto como en la generación de autonomía digital para los participantes.



Como somos conscientes de la dificultad, entendemos que ésta es una labor colectiva y  coral. Y por ello, en el excelente marco que proporciona El Día Después (una iniciativa que promueve la colaboración entre actores y sectores diversos) nos hemos puesto de acuerdo cuatro organizaciones: la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que liderará el proceso de recualificación; Ingeus, que hará lo propio en el acompañamiento individual y la gestión de la intermediación; Ecodes, como referente en materia medioambiental, identificando empresas, perfiles y requerimientos. Por último, una pieza fundamental: el Grupo Español para el Crecimiento Verde, que agrupa a las principales empresas españolas comprometidas la transición medioambiental. 

En su último libro, Buena economía para tiempos difíciles, los premios Nobel Abhijit Barnerjee y Esther Duflo plantean que la gestión de las transiciones tendría que ser uno de los ámbitos a los que la política económica y la política en general deberían prestar más atención. Por ello, tiene sentido intentar poner en marcha ésta y muchas otras plataformas. Dejar desatendidos a los perdedores de una transición tiene consecuencias tremendas; la historia y los telediarios nos los recuerdan cada día.

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