3 de Septiembre de 2021, 15:04
Los resultados de la Consulta Ciudadana de Unidad Constituyente, realizada el sábado 21 de agosto, consolidan el elenco completo de candidaturas que su ubicarán en la línea de salida para las elecciones presidenciales y parlamentarias a celebrarse el domingo 21 de noviembre en Chile.
En el actual contexto, las elecciones parlamentarias tendrán una relevancia añadida, debido a la creciente fragmentación del sistema de partidos, incrementada después de la reforma del sistema electoral en 2015 y la expansión de una cultura de rechazo a los partidos tradicionales desde antes del 18-O. Uno de los asuntos que se juega en estos comicios consiste en verificar con cuánta fragmentación deberá lidiar el próximo Gobierno en un contexto de fuertes presiones sociales y de fragilidad institucional.
Con la elección presidencial se definirá el liderazgo que conducirá en Chile el proceso político durante los próximos años, que heredará las complejas consecuencias del estallido social del 18 de octubre de 2019 y de la pandemia de Covid-19. Si bien hasta el límite del plazo legal se inscribieron nueve candidaturas, sólo tres de ellas aparecen en la actualidad como alternativas competitivas para los comicios de noviembre: Gabriel Boric (Apruebo Dignidad), Sebastian Sichel (Chile Podemos Más, ex Chile Vamos) y Yasna Provoste (Unidad Constituyente). De los nueve candidatos, cuatro de ellos tienen o tuvieron un pasado como militantes del Partido Demócrata Cristiano: Provoste, Sichel, Parisi y el de la Lista del Pueblo, Diego Ancalao. Sorpresivamente, durante la tarde del 26 de agosto, el Servicio Electoral rechazó las candidaturas de Gino Lorenzini y Diego Ancalao, por lo que el número final de las habilitadas se redujo a siete.
Cuadro 1.- Candidatos presidenciales inscritos
Fuente: Servel.
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Las restantes candidaturas, si bien aparecen en una segunda línea, pueden limitar el desempeño y el crecimiento de los liderazgos mejor posicionados en el inicio de la carrera. De especial interés puede ser el caso de José Antonio Kast, representante del Partido Republicano (extrema derecha), que limitaría la expansión de Sichel hacia un electorado de la derecha radical. El otro problema de crecimiento para Sichel puede venir de la incidencia de la candidatura de Yasna Provoste entre electorado de centro.
Para Unidad Constituyente (UC), los resultados de la consulta pública reflejaron el coste de no participar en las primarias legales y, además, la declinante capacidad de movilización de este bloque político heredero de la antigua Concertación. De acuerdo con la información entregada por los propios partidos de UC, Yasna Provoste resultó ganadora con apenas 91.789 votos, lo que constituye una votación inferior al candidato que obtuvo menor cantidad de papeletas en las primarias legales de la centro-derecha (Mario Desbordes, con 131.674), lo que, evidentemente, afecta de manera severa su competitividad de partida. Aunque los niveles de participación en Chile para los últimos comicios han bordeado el 50% del padrón total habilitado (14.900.190 electores), la votación obtenida por Provoste y su coalición la aleja de los umbrales de competitividad para pasar a la segunda vuelta; mas aún si se considera que el sector que ella representa se identifica con estilos de hacer política y una profundización del modelo heredado de Pinochet que hoy rechaza la mayor parte del país.
En cuanto a los bloques políticos, se observan en el siguiente Gráfico diferencias significativas en el grado de movilización electoral entre la consulta de UC y las primarias legales de AD y CPM (barras con bordes en color). El bloque de Unidad Constituyente movilizó a 150.881 electores, mientras que las primarias de Apruebo Dignidad (AD) lo hicieron a 1.750.889 electores y las de Chile Podemos Más (CPM) a 1.343.892. Como bloque político AD, con los resultados obtenidos en las primarias, alcanzaría el umbral mínimo de 1,5 millones de electores necesario para pasar al balotage (trama verde más claro, votos p_vuelta [2° >]), mientras que CPM, con los mismos resultados, estaría próximo a alcanzar ese mismo umbral.
Gráfico 1.- Brechas de votación y umbral para pasar al balotage
Fuente: Servel y web de la Consulta del bloque Chile Podemos Más (CPM).
Por lo que respecta a las candidaturas individuales (barras con tramas de color), Gabriel Boric obtuvo en las primarias de su sector 1.058.027 votos y Sebastián Sichel, 659.570; quedando, respectivamente, con la primera y segunda mejor probabilidad de pasar al balotage en noviembre. No obstante, se observa con estos resultados que Sichel deberá afrontar mayores complejidades para la movilización del electorado de su sector, pues no sólo su espacio aparece más fragmentado que el de su rival, sino que, además, debería conseguir fidelizar para las presidenciales más del doble de lo conseguido en las primarias de mayo, donde logró el 49,08% de la votación del bloque. Boric, por su parte, alcanzó en esa misma oportunidad el 60,43% de la votación de AD, lo que sumado al rechazo de la candidatura de Ancalao por parte del Servel, abre cierta vía de penetración hacia parte del electorado de la Lista del Pueblo y lo sitúa como el liderazgo mejor posicionado para las próximas presidenciales.
No obstante, las carreras y los partidos hay que jugarlos. Hasta ahora se ha analizado sólo la competitividad de las candidaturas en virtud de la cuota de votación a nivel individual y por bloques en las primarias de cada sector. Las definiciones estratégicas y tácticas de cada candidatura y, sobre todo, los contenidos programáticos que priorice probablemente marcarán la diferencia necesaria final, frente a un electorado que se debate entre las expectativas de cambio (disparadas por el estallido del 18-O) y el temor al riesgo (exacerbado por los últimos 17 meses de pandemia).
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