Hace ya unos cuantos años que la popularidad de la Casa Real española no pasa por su mejor momento, especialmente después de los escándalos de corrupción que han implicado a varios miembros de la Familia Real, incluyendo al rey emérito Juan Carlos I, actualmente residente en los Emiratos Árabes. El nivel de confianza que tiene la ciudadanía en el actual monarca, Felipe VI, no es especialmente alto, y sus actuaciones por lo que respecta al conflicto catalán han generado reticencias tanto entre sectores de la izquierda (por su discurso el 3 de octubre de 2017) como de la derecha (por la firma de los indultos a los presos independentistas el pasado mes de junio).
Con alguna excepción notable, hay en general (y especialmente desde que el Centro de Investigaciones Sociológicas dejó de preguntar por la Monarquía en 2015) escasez de estudios de opinión sobre esta institución. En una encuesta en línea con dos olas, una inmediatamente anterior y otra inmediatamente posterior a los indultos a los presos independentistas, preguntamos por la confianza de los ciudadanos en distintas instituciones y líderes, incluido el monarca. En este post, presentamos algunos resultados obtenidos con este panel por lo que refiere a la confianza en la Monarquía. El total de individuos entrevistados ha sido de 2.007 en la primera ola y 1.311 en la segunda.
En primer lugar, si se hace un análisis de regresión con variables socio-demográficas básicas e intención de voto, se puede ver que las variables más relevantes para explicar la confianza en el rey son la edad (la confianza es mayor entre personas que tienen más de 45 años, y significativamente entre los mayores de 65), la ideología (la confianza es mayor entre personas de derechas), el sentimiento españolista y la intención de voto. Como era razonable esperar, los votantes de Vox, PP y Ciudadanos muestran mayores niveles de confianza en el monarca, mientras que los votantes de Podemos y de partidos minoritarios (los denominamos 'periféricos') confían mucho menos. Es decir, en coherencia con análisis previos y con una encuesta reciente sobre la Monarquía, observamos que la confianza en el rey es muy asimétrica y varía fundamentalmente en función de la edad, el nacionalismo y la ideología de los ciudadanos.
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Una dimensión que no ha sido muy estudiada es la diversidad geográfica en la aprobación de la Monarquía. Nuestra muestra, con cuotas por comunidades autónomas, permite analizar en qué medida los niveles de confianza en el rey varían a lo largo de los distintos territorios que constituyen el Estado español. En el Gráfico 2 se puede ver la media de confianza para cada una de las comunidades autónomas; en una escala del 0 al 10, el rey 'suspende' en todas excepto Murcia, Asturias, Castilla y León y Extremadura. Además, hay lugares donde el rey es 'suspendido' sin paliativos, con notas muy bajas (Cataluña, Navarra y País Vasco).
Estos niveles de confianza correlacionan muy positivamente con los niveles medios de sentimiento españolista en los territorios, también capturados en una escala del 0 al 10. En aquellas CC.AA. en las que la media de sentimiento españolista es más alta (por ejemplo, Extremadura), la media de confianza en el rey es también más elevada. Es interesante observar que esta fuerte correlación se mantiene si excluimos las autonomías con un sentimiento españolista más débil (Cataluña, Navarra y País Vasco), como se puede observar en el Gráfico 3. En resumen: los niveles monárquicos de confianza son geográficamente muy asimétricos y correlacionan, a nivel agregado, con el grado de sentimiento españolista.
Dado que los que niveles de confianza en el rey están condicionados por factores estructurales, pero también coyunturales (es decir, relacionados con los eventos políticos) y con la percepción de la actuación politizada (es decir, no neutral) del monarca, analizamos en qué medida los indultos de los presos independentistas han tenido un impacto en esta variable. Esto puede resultar especialmente relevante en el caso de la derecha. Tanto el PP como Vox se opusieron tajantemente a ellos y mostraron abiertamente su descontento con la firma de los mismos por parte de Felipe VI. Además, en los días posteriores hubo una campaña de descalificación del rey en internet, propiciada sobre todo por sectores de la ultraderecha.
El diseño panel de nuestra encuesta, con una ola antes y otra después de los indultos, permite ver de forma precisa el efecto de los indultos en la confianza en Felipe VI para los votantes de los distintos partidos políticos. El Gráfico 4 ilustra las diferencias; los coeficientes derivan de modelos estimados con efectos fijos individuales (el PSOE es la categoría de referencia). Los votantes de Vox confían significativamente menos en Felipe VI en los días posteriores a la firma de los indultos (es decir, en la segunda ola de la encuesta). Sin embargo, no hay cambios significativos para los votantes del resto de los partidos, incluidos los del PP. Es curioso que los efectos sean tan pronunciados entre los votantes de un partido tan nacionalista como Vox.
En resumen, el análisis con datos de encuesta panel muestran que los ciudadanos de derecha y con más sentimiento españolista son los que presentan mayores grados de confianza en Felipe VI. Sin embargo, a raíz de los indultos de los presos independentistas, ha crecido la desconfianza en el rey entre los votantes de Vox. Parece, pues, que una institución supuestamente neutral, el rey, pierde confianza entre los votantes de extrema derecha cuando éste no actúa de acuerdo con sus preferencias políticas.
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