En las dos últimas décadas, los partidos de centro-izquierda han experimentado un drástico descenso de votos en las democracias occidentales. Han defendido históricamente un Estado de bienestar fuerte, la redistribución de la renta y una economía mixta. Sin embargo, aun habiendo disminuido su popularidad y su participación en el gobierno, sus políticas se mantienen. ¿A qué se debe esto?
Mi investigación ofrece una explicación para ambos fenómenos: la diversidad de temas. El número de cuestiones tratadas en los programas de los partidos ha aumentado en toda Europa. El centro-izquierda ya no tiene el monopolio cuando se trata del Estado de bienestar y la protección social. Si bien es cierto que esto puede haber dado lugar a que los socialdemócratas volvieran al poder en Dinamarca en 2019, los partidos verdes, nacionalistas y de la corriente principal de la derecha apoyan ahora regularmente el mantenimiento o la expansión de ciertos aspectos de ese Estado de bienestar (ver investigación relacionada aquí y aquí).Utilizando las herramientas empleadas en mi investigación, a continuación se puede ver una muestra de la diversidad temática contenida en los materiales de campaña de varias agrupaciones de partidos de toda Europa. Obsérvese cómo, desde la década de 1980, los partidos verdes, democratacristianos y nacionalistas han incrementado el número de temas a los que prestan atención. Si los votantes empiezan a confiar en estas formaciones respecto a estos nuevos asuntos, será más probable que les voten.[Recibe los análisis de más actualidad en tu correo electrónico o en tu teléfono a través de nuestro canal de Telegram]
Sin embargo, los partidos se enfrentan a compromisos al adoptar nuevos temas; algunos más que otros. Por un lado, pueden ser vistos como poco sinceros. Sin embargo, si no abordan los problemas nuevos los votantes podrían recurrir a formaciones más recientes que representen mejor las cuestiones que consideran importantes. Al cabo de un tiempo, quizá estas nuevas posiciones temáticas resulten creíbles. Tomemos como ejemplo el interés creciente en las cuestiones medioambientales y nacionalistas (que se muestran a continuación) en las campañas políticas de toda Europa. Si los partidos mayoritarios no abordan estas materias, corren el riesgo de perder apoyos en favor de los nuevos partidos aspirantes que tratan de poner en primer plano estas cuestiones.El centro-izquierda se encuentra en especial desventaja a la hora de abordar nuevas problemáticas. En primer lugar, si politizan la cuestión medioambiental, podrían motivar a los votantes a apoyar a los partidos verdes, que tienen una mayor vinculación con las cuestiones ecológicas. Por otro lado, si los partidos de la corriente de la izquierda dominante hacen hincapié en temas centristas, el centro-izquierda se arriesga a perder seguidores en favor de esta izquierda comprometida con la regulación del mercado, el trabajo organizado y la expansión del Estado del bienestar. Si se presta más atención a las cuestiones de educación e inversión social, se corre el riesgo de alienar al electorado de la clase trabajadora de los partidos socialdemócratas. Si los partidos de centro-izquierda se centran en cuestiones anti-inmigración, podrían alienar a sus principales seguidores ideológicamente liberales. Si, por el contrario, se centran en cuestiones favorables a la inmigración, podrían alejar a los votantes de la clase trabajadora. Otros partidos no se enfrentan a estas limitaciones.
Los partidos nacionalistas han disputado cada vez más a los de la izquierda dominante el apoyo de la clase trabajadora, al poner mayor énfasis en la redistribución para las personas nacidas en el país. Sin embargo, el compromiso con las cuestiones económicas no tiene por qué alejar a los seguidores nacionalistas. El chauvinismo del bienestar es una de las estrategias de las que disponen este tipo de partidos. En este caso, pueden argumentar que el Estado de bienestar debe ser defendido contra los inmigrantes. Matteo Salvini, en Italia, es uno de los que ha sostenido que el gasto en infraestructuras consolida a sus principales votantes. Al comprometerse con las cuestiones económicas principales, los partidos nacionalistas pueden ampliar su base de votantes hacia el centro.
Los partidos de centro-derecha también tienen ventaja a la hora de abordar un mayor número de cuestiones. Investigaciones anteriores han demostrado que los votantes con 'presiones cruzadas' (aquéllos que mantienen posiciones económicas y sociales incoherentes en la dimensión izquierda-derecha) tienden a identificarse con la derecha. Si los partidos de centro-derecha se comprometen así con temas económicamente centristas, los votantes socialmente más conservadores que suelen alinearse con el centro-izquierda podrían tener menos dudas a la hora de cambiar su voto. Hacer hincapié en cuestiones relacionadas con el Estado del bienestar o aumentar el gasto social permite a los partidos de centro-derecha ganar credibilidad económica en línea con los partidos de centro-izquierda. Los partidos de centro-derecha también se enfrentan a menos riesgos a la hora de expandirse en cuestiones medioambientales, como ejemplifican las recientes iniciativas relacionadas con el clima presentadas por el Gobierno austriaco liderado por los conservadores. En resumen, mientras que los partidos de centro-izquierda pueden alienar a sus principales electores al centrarse en nuevas cuestiones de identidad, inmigración, nacionalismo, medio ambiente o la Unión Europea, la derecha y los partidos nacionalistas no tienen que preocuparse por perder a sus principales votantes económicamente conservadores con presiones cruzadas.
¿Qué significa esto para el futuro del centro-izquierda? Con la migración, el medio ambiente y la Unión Europea recibiendo cada vez más atención, el centro-izquierda tendrá dificultades para elaborar una respuesta coherente sin alejar a algunos de sus votantes hacia aspirantes políticos más creíbles. Si las cuestiones económicas o de bienestar vuelven a ser el centro de interés, quizás el centro-izquierda se encuentre de nuevo en una posición ventajosa. La recuperación de la pandemia de Covid-19 puede servir para que el centro-izquierda recuerde a los votantes sus tradicionales fortalezas temáticas. En este sentido, puede centrarse en su arraigo histórico, en su respaldo al sector público y a los sindicatos y en su experiencia política a la hora de hacer rendir cuentas al centro-derecha en el caso de encontrarse en la oposición. Cuando el centro-derecha tiene un rendimiento inferior o se enfrenta a una crisis, el centro-izquierda puede actuar como receptor de los principales votantes. En la actualidad, por ejemplo, el centro-derecha y el centro-izquierda se encuentran casi igualados en las encuestas de Austria y el Reino Unido (posiblemente como reacción contra el liderazgo del centro-derecha durante la pandemia) y el centro-izquierda logró superar al centro-derecha en las encuestas alemanas por primera vez en más de una década.
(Aquí, la versión original en inglés)