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con la colaboración de

'Podcasts' para el verano

Guillermo Sánchez-Herrero

7 mins - 21 de Agosto de 2021, 13:27

Estimadas lectoras, estimados lectores

En lo que va de este mes de agosto Agenda Pública ha interrumpido sus vacaciones, y esperemos que las suyas, en siete ocasiones. En dos de ellas se ha hablado de la lucha contra el cambio climático y su derivada, o herramienta, de la transición energética. No es una proporción despreciable, compitiendo con asuntos de actualidad como el de Afganistán. Arrancó con este análisis de Carlos Campillos sobre la "nueva verdad incómoda" que se desprende del último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés); y le ha seguido, recién salido del horno, este texto firmado por Roy William Cobby en el que plantea provocadoramente el debate de una o varias empresas públicas (vade retro) para "revitalizar el mercado de la energía y estimular la innovación sostenible" en esta industria fundamental.

No hace falta recordar que los informes científicos sobre el cambio climático llevan años avisando sobre el precipicio al que nos estaríamos acercando, y que cada nueva entrega es peor que la anterior. Sí, hay que admitir que son pesimistas, tristones y agoreros; aunque también científicos. Pero esa verdad incómoda, corroborada por incendios, olas de calor, deshielos, inundaciones… no nos debiera llevar a ignorar las señales crecientes de agotamiento, resignación, negación, escepticismo, conspiranoia y guerra cultural (o simplemente política), señales de las que sólo el tiempo dirá si no son más que el ruido de cuatro o cinco aunque bien organizados y persistentes o si están calando entre la opinión pública.

Resulte lo que resulte, a este mix variable del calentamiento global le ha salido un nuevo palabroadaptación. Sirve a la Ciencia, que vería (trágicamente) corroborados sus peores augurios al tener millones de personas que prepararse, por ejemplo, a (sobre)vivir a 50 grados centígrados de temperaturas máximas mucho más generalizadas; y serviría también a quienes se oponen a la ideología de los paneles solares, los aerogeneradores, el hidrógeno verde y la economía circular a tutiplén, del nuevo modelo económico y del cambio radical de hábitos porque no merece la pena tamaño esfuerzo y/o está condenado al fracaso. Por valer, les valdría también, por otorgarles tiempo, a los defensores de las nuevas tecnologías en energía nuclear.
 
[Con la colaboración de Red Eléctrica de España]

Con este panorama, y antes de rendirnos a los cantos de sirena de la mera adaptación, quizás les resulte útil este repaso al fondo de armario de la transición energética y medioambiental que esta casa, en colaboración con Red Eléctrica de España, ha elaborado en lo que llevamos de año mediante siete podcasts. Sí, también ha publicado 28 análisis escritos y 14 audio-análisis, pero esta newsletter está centrada en el formato informativo de moda.
 
Al menos hasta ahora, había un amplio consenso sobre la necesaria descarbonización de la economía; esto es, el destierro del modelo basado en los combustibles fósiles y su sustitución por las fuentes limpias, protagonizadas por las energías renovables. Por eso, el primer podcast de 2021 se ocupó de la electrificación. Assumpta FarranDavid Ribó y Pedro Fresco se encargaron de constatar su importancia, sus retos y consecuencias previsibles y, también, el flojo punto de partida, pues la electricidad representa actualmente sólo una cuarta parte del consumo energético total.

Con la electrificación se cumplirá una parte importante de la descarbonización, pero aún quedaría un trecho: los consumos de energía de actividades resistentes como los transportes marítimo y aéreo o la industria pesada. Para cubrirlo tomaron el testigo María Sicilia, directiva de Enagás, y Alejandro Núñez-Jiménez, que analizaron el prometedor futuro del hidrógeno verde una vez termine de resolver sus problemas de costes frente a los hidrógenos sucios (la investigación, desarrollo e innovación son bienvenidos) y se acometan importantes inversiones para desplegar su red.
 
Electricidad renovable, hidrógeno generado con fuentes limpias… y un vuelco radical a la fiscalidad para marcar el camino y favorecer esta transición virtuosa. Marta Villar y Jesús Uríos se atrevieron con este asunto (la sola mención de la palabra impuestos eriza la piel de muchos, y más en crisis pandémica) y llegaron a augurar que, bien planteada, la reforma tributaria no tenía por qué suponer un incremento de la factura fiscal para el común de los mortales; sí, no obstante, para los principales  emisores de gases de efecto invernadero, al grito de quien contamina, paga.
 
Cuando se habla de electrificación, a muchos se nos viene inmediatamente a la cabeza el transporte y, más concretamente, el coche eléctrico. Por tanto, había llegado el momento de hablar de él, pero inscrito en un concepto mucho más amplio: la movilidad sostenible. A analizarlo dedicaron sus esfuerzos y conocimientos Mónica VidalAntonio LucioElisa Pozo y José Carpio-Pinedo. Sus conclusiones se pueden sintetizar de la siguiente forma: ojo, que movilidad sostenible no es sustituir los coches a gasolina y diésel por vehículos eléctricos; también reducir el parque, transporte público, peatones, bicis, transporte de mercancías por tren y, por decirlo todo, la regeneración urbana, la remodelación de nuestras ciudades.
 

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Y qué decir de nuestros edificios, esa fuente de despilfarro y emisiones, con el aire acondicionado a tope en verano y la calefacción al máximo en invierno. Tocaba hablar de la rehabilitación residencial con la finalidad de aumentar sustancialmente la eficiencia energética de un parque muy viejo en vísperas, además, de que el encarecimiento exponencial y sostenido del recibo de la luz invadiera la actualidad. Pablo TucatArnau González y Gemma Patón defendieron su relevancia, recordaron que es ahora cuando hay dinero para ayudas (UE mediante), se declararon moderadamente optimistas sobre que las autoridades bajarán a ras de suelo para fomentar su capilaridad y defendieron que la rehabilitación de las viviendas puede convertirse en una herramienta clave para reducir notablemente la pobreza energética.
 
El repaso y análisis de los clásicos de la transición no podía dejar de echar un vistazo al planeta en su conjunto. A pesar de las resistencias y discrepancias más o menos legítimas, nadie en sus cabales puede negar que habrá un nuevo paradigma energético, con sus ganadores y perdedores. Con este punto de partida, Gonzalo Escribano y Aurelia Mañé analizaron la geopolítica, las aristas y las incertidumbres de este cambio, y cruzaron los dedos para que no se vuelva a incurrir en los errores del modelo anterior.
 
Y porque, al menos hasta ahora, parecía que avanzábamos hacia una manera distinta de hacer las cosas cerramos la temporada de podcasts tratando de la economía circular, ésa que intenta subirse al carro tras el agotamiento del modelo de producir, usar y tirar. Es, quizás, el mejor ejemplo, por su aplicabilidad a casi todos los ámbitos, del necesario cambio de hábitos que conlleva y, por tanto, de la extraordinaria dificultad que plantea su implantación porque los hábitos, ya se sabe, es lo que tienen. De ello nos hablaron Sònia Llorens (Tecnocampus) y Juan Antonio Régil (Universidad de León).
 
Hasta aquí los básicos de la transición energética y medioambiental tratados hasta ahora. Puede añadirse la guinda de que parece (parece) que crearán empleo. Lo analizaremos. Y, por si esta relación les deja con ganas de más, tecleen transición energética en el buscador de Agenda Pública para los análisis escritos y #transiciónenergética y#geopolítica, o #rehabilitación, o #hidrógenoverde… en el buscador de Twitter para los audio-análisis.
 
 
Buena escucha y, sobre todo, buen verano
 
Editor
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