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Javier Lizón (Efe)

Las coincidencias programáticas de PP y PSOE en Castilla y León

Ainara Villaño, Endika Núñez

7 mins - 21 de Febrero de 2022, 19:45

Los comicios de Castilla y León se han celebrado por primera vez al margen del resto de elecciones autonómicas. Esta situación excepcional ha permitido analizarlas, en el informe 'Elecciones Castilla y León' desde tres puntos de vista: cuáles son las preocupaciones concretas de la población castellano y leonesa (agenda pública), cómo se han recogido estas preocupaciones en los programas de los partidos (agenda política) y cuál ha sido la evolución de aquéllos y sus líderes en los medios de comunicación a lo largo de la campaña electoral (agenda mediática).

Los problemas
El último Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) preelectoral para Castilla y León preguntó a la ciudadanía cuáles eran los principales problemas que afrontaba la región. Se mencionaron la despoblación (30%), el paro (18%) y la sanidad (9%). Mientras que los dos últimos son temas habituales en este tipo de preguntas, es muy relevante la manera en la que la despoblación se colocaba como el principal problema. Se trata de una cuestión reciente para la esfera pública a la que las instituciones tendrán que dar respuesta.  

Emerge así una nueva agenda pública en esta comunidad autónoma, asociada a la despoblación. Se articula en torno a una nueva forma de interpretar el conflicto territorial basado en condiciones materiales y no tanto en cuestiones identitarias. Lo cierto es que en los últimos 50 años, la región ha perdido un 10% de sus habitantes y alrededor de un 60% de los menores de 20 años. Asimismo, ocho de cada 10 municipios de este territorio está en riesgo de despoblación. Esta situación supone un reto para las instituciones y gestión eficiente de los recursos, que por el momento están teniendo dificultades en cubrir las necesidades de las zonas despobladas. La falta de centros médicos, sucursales bancarias, gasolineras o colegios hacen que sean cada vez menos los que optan por asentarse en el territorio y desarrollar su proyecto de vida en un entorno que no les garantice los servicios básicos.

La respuesta de los partidos
La despoblación y la nueva agenda pública exigen una nueva agenda política. El reto en este ámbito pasa por dar una respuesta eficaz a una realidad que corre el riesgo de convertirse en irreversible. El análisis de los programas electorales muestra que los partidos, desde diferentes marcos ideológicos, ofrecen soluciones a los problemas que identifica la ciudadanía. De hecho, el análisis de estos programas certifica que hay puntos programáticos comunes que podrían facilitar acuerdos de legislatura sobre políticas públicas concretas.

El PP y el PSOE podrían llegar a importantes consensos en materia de paro y sanidad, dos de las grandes preocupaciones de la ciudadanía. Por un lado, ambos identifican la agenda verde como una oportunidad para la creación de empleo y, por otro lado, coinciden en la necesidad de aumentar la inversión en sanidad, en especial en la atención primaria. 

Vox representa una excepción. Con un programa sin desarrollar y de apenas dos páginas, es verdaderamente complicado establecer comparaciones. Sin embargo, resulta llamativo que las primeras demandas políticas del candidato después de las elecciones estén relacionadas con las políticas de género o de memoria histórica, ausentes en su programa. La falta de concreción en sus propuestas supone desvirtuar la función contractual de los programas electorales. 

De qué han hablado los medios
El gráfico que sigue muestra los temas de conversación con más menciones en los medios de comunicación provinciales de Castilla y León. Más allá de las noticias de sucesos que imperan en los medios provinciales y distorsionan el análisis, el asunto con más presencia mediática ha sido el coronavirus, multiplicando por cinco las menciones sobre el segundo tema, la reforma laboral.

 

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Los problemas que identifica la ciudadanía castellano y leonesa tienen una presencia menor a los de la agenda estatal. Por tanto,
no hay correlación entre agenda pública y mediática en Castilla y León.

En el ejercicio de conocer cómo se coordinan las tres agendas, es indispensable conocer el papel que desempeñan los medios de comunicación. En este caso, se han monitorizado los principales medios digitales de cada provincia a lo largo de la campaña electoral para observar dónde han puesto el foco.

De esta forma, se puede observar la primacía del Partido Popular en las menciones recibidas durante los 15 días de campaña, doblando al segundo partido con mayor presencia, el PSOE. Cabe destacar la desigualdad informativa para las distintas formaciones políticas en un espacio donde los medios privados no están sujetos a la proporcionalidad que sí está regulada para los medios públicos.
 


El tercer actor político con más menciones, Vox, se ha visto reforzado en la cobertura mediática con la entrada de la última semana de campaña, llegando a duplicar su presencia en los últimos días y emulando las tendencias que apuntaban las encuestas.

Los partidos medianos y pequeños a nivel autonómico no han tenido una presencia especialmente destacable, ni siquiera España Vaciada, nuevo actor político que pudiere cambiar la forma de articular los bloques, y, por ende, los acuerdos entre partidos. 
 
Impacto en la política estatal
Los resultados de Castilla y León han abierto una nueva etapa de escenarios inciertos. La gobernabilidad del PP se complica, no sólo por el reemplazo de un partido en descomposición (Ciudadanos) por otro en auge (Vox) que le disputa parte de su electorado, sino porque dificulta a los populares colocar un relato ganador de cara a las próximas elecciones generales y genera tensiones internas (y externas) sobre la posibilidad de que la extrema derecha se institucionalice si, al final, termina entrando en el próximo Ejecutivo autonómico.

Es más, estos días se ha abierto el debate sobre si se le debería aplicar un cordón sanitario a Vox en la región. Esto supone tener que analizar dos puntos importantes. 



El primero, el más optimista, es que formaciones que no pertenecen al mismo bloque ideológico, como PP y PSOE, podrían llegar a un pacto de investidura con base en las coincidencias programáticas que van más allá de un acuerdo de mínimos. Por ejemplo, ambos partidos están de acuerdo en aumentar la inversión en sanidad, con una partida destinada a la atención primaria del 20% y del 25%, respectivamente, y en la generación del empleo a partir de la cuestión climática y la Agenda 2030.

El segundo punto esmás complicado de evaluar, pero trata de prever la implicación que podría tener la aplicación de un cordón sanitario sobre el crecimiento de la extrema derecha en España. Ofrecerle ese espacio a Vox es darle una oportunidad de ahondar en su relato de la anti-política, sobre todo en tiempos de altas tasas de desafección en los que el principal problema para los ciudadanos son el Gobierno, los partidos y los políticos.

Estas elecciones han supuesto, además, la irrupción de un nuevo clivaje que tendrá continuidad y consecuencias en próximas elecciones de carácter estatal. A lo largo de la campaña se ha impuesto el clivaje rural-urbano sobre el tradicional izquierda-derecha. De este eje, ha emergido un nuevo actor político con agenda política propia que puede determinar la estructura de voto en los próximos años: las candidaturas de España Vaciada. Este nuevo sujeto opera explícitamente en el clivaje rural-urbano. Hasta ahora, Teruel Existe era el único partido que expresaba ese punto de fractura con contundencia. La irrupción de Soria ¡Ya! y otros partidos de carácter provincial cambia el tablero político y puede fragmentar aún más el Congreso, complicando la gobernabilidad.
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