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Luis de Vega Hernández

La derecha radical y su obsesión con el género

Alba Alonso Álvarez

5 mins - 8 de Marzo de 2022, 08:04

Una encuesta reciente publicada por El País recogía cómo la expulsión de los inmigrantes sin papeles representa la propuesta política que la ciudadanía identificaba en mayor medida con Vox. Las personas encuestadas situaban en segundo y tercer lugar la supresión de la ley del aborto y la eutanasia y la derogación de la ley de violencia de género.

Sin duda, la medida más seleccionada conecta con una temática central para la derecha radical europea, que se encuentra en estrecha conexión con la importancia del nativismo en su marco ideológico. Las posiciones frente a las políticas de inmigración y su centralidad programática y discursiva han representado, de hecho, un recurso fundamental para desenvolver estrategias de diferenciación frente a otros partidos, en particular respecto de la derecha tradicional; también para mostrar con éxito su capacidad de contagiar a sus oponentes, siendo capaces de conseguir que adopten sus agendas y posiciones. En este sentido, los estudios que se focalizan en aquello que los partidos de derecha radical hacen para tener éxito electoral y político sitúan el issue de la inmigración en un lugar central.

Los temas referidos a la igualdad, por el contrario, han recibido mucha menos atención. Una diversidad de trabajos exploran los componentes de la denominada 'obsesión con el género de la derecha radical'. Muestran cómo y en qué medida ésta afecta a aspectos tan diversos como su ideología, su actividad parlamentaria o sus acciones de gobierno. Sin embargo, ha sido considerada secundaria a la hora de comprender sus estrategias para instituirse en una familia de partidos diferenciada y fácilmente reconocible por el electorado. La identificación por parte de la ciudadanía de las cuestiones relativas al aborto y la violencia machista como propuestas paradigmáticas del proyecto político de Vox nos pone sobre la pista de la importancia de revertir esta tendencia.

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Este partido ha desarrollado una estrategia activa de diferenciación respecto a otras fuerzas políticas utilizando las ideas referidas a la igualdad de género. Sin duda, los programas electorales proporcionan un primer indicador significativo. Han incorporado de manera consistente propuestas para desmantelar componentes básicos de las políticas en este ámbito: la normativa, los organismos especializados como los institutos de la Mujer, los espacios y medidas de colaboración con el movimiento feminista y de mujeres, y las estrategias centrales de actuación como la transversalidad, que obliga a promover la igualdad de género a todas las administraciones en todas sus políticas.

Este nivel de retrocesos no había sido sugerido por ningún partido en décadas recientes. Por el contrario, los componentes básicos de las políticas de igualdad se han ido incorporando en todas las administraciones, aunque con variaciones entre territorios.
En un contexto de auge del movimiento feminista, estos planteamientos han tenido gran impacto social y mediático, facilitando que el electorado asocie a Vox con los mismos.

La diferenciación de posiciones respecto a otras fuerzas políticas se hace todavía más palpable cuando entran en juego las negociaciones inter-partidistas. La estrategia inclusiva desplegada por el Partido Popular (y por Ciudadanos), basada en la apertura a colaborar con la derecha radical en aquellas instituciones donde precisaran su apoyo para conformar mayorías parlamentarias estables, ha representado un escenario altamente favorable.

Las elecciones de Castilla y León constituyen el ejemplo más reciente. Una de las primeras peticiones realizadas por parte de Vox al candidato Alfonso Fernández Mañueco ha sido derogar la ley autonómica de violencia de género aprobada por el Gobierno popular en 2010. Esta forma de diferenciación replica la ya seguida en casos como el de Andalucía, donde Vox inició las negociaciones con PP y Ciudadanos pidiendo concesiones en ámbitos clave de su acuerdo de coalición. Entre ellas, la renuncia al compromiso de cumplimiento del Pacto de Estado contra la Violencia de Género a nivel autonómico.



Tal como mostramos en este estudio reciente, los acuerdos firmados por PP, Ciudadanos y Vox han representado una herramienta clave para visibilizar no sólo las diferencias programáticas, sino también la capacidad de este último para obtener concesiones y mostrar influencia política. Todos los pactos han incorporado medidas que afectan a los pilares básicos de las políticas de igualdad en España, replicando las propuestas electorales de la formación (Tabla 1).
 
Tabla 1.- Principales medidas incorporadas en los acuerdos inter-partidistas en Andalucía
 
Fuente: Alonso y Espinosa-Fajardo, en prensa.
 
Sin embargo, es el desarrollo de medidas en materia de violencia intra-familiar, el elemento que mejor ilustra la capacidad de este partido para imponer su agenda. A pesar de su compromiso con las normas vigentes a nivel estatal y autonómico, PP y Ciudadanos han puesto en marcha actuaciones que se basan en el marco político-discursivo de Vox. Éste se centra en negar que la violencia que sufren las mujeres tenga relación con las desigualdades de género y en despojar las medidas en este ámbito de cualquier signo de voluntad transformadora.

Bajo esta perspectiva, la obsesión con el género de la derecha radical puede concebirse como una cuestión de convicción pero también de estrategia; como una herramienta útil para singularizar su proyecto político. Este hecho augura un escenario complicado para la promoción de la igualdad en España, en especial si Vox consigue acceder al Poder Ejecutivo.
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