Hace un año, Isabel Díaz Ayuso arrasaba en las elecciones de la Comunidad de Madrid. Con esta victoria, la situación política en España marcaba el final de la parálisis en la que se había sumido desde el inicio de la pandemia, aunque para que ésta última llegase a su fin aún quedaban varias olas por delante. Fue en ese momento cuando el Partido Popular empezó a vivir un momento dulce en las encuestas, con el liderazgo de Díaz Ayuso en auge, dejando en una situación cada vez más incómoda al entonces líder del partido, Pablo Casado. Lo que ocurrió después
es historia.
Un año más tarde, mientras tratamos de recuperar la normalidad que se había dejado a la pandemia, nos encontramos en una situación política que no se parece en nada a la que teníamos hace apenas 12 meses. Por ello, no está de más analizar, con una cierta perspectiva, cómo se desarrollaron aquellas elecciones.
Más allá del famoso tuit de "Comunismo o Libertad" de Díaz Ayuso, las elecciones en la Comunidad de Madrid giraron en torno a la dicotomía entre economía y salud. La primera de ellas, abanderada por la derecha, mostraba un rechazo categórico a las restricciones que pudieran afectar a los pequeños comerciantes y a los trabajadores, mientras que la segunda, abanderada por la izquierda, ponía el énfasis en la necesidad de imponer ciertas restricciones, esgrimiendo el argumento de la salud pública.
En efecto, las restricciones a la movilidad aplicadas para frenar la expansión del virus tenían efectos negativos sobre la economía: por un lado, las limitaciones de aforo en los comercios limitaban su capacidad de negocio y, a la vez, las de movilidad complicaban que la ciudadanía pudiera desplazarse y, en consecuencia, consumir. De esta manera, las autoridades se encontraban frente al siguiente dilema: imponer restricciones frenaba la expansión del virus, pero también lastraba la economía. Ahora bien, no imponerlas podía llevar a un confinamiento aún mayor y la economía se vería aún más perjudicada. ¿Qué hacer?
[Recibe los análisis de más actualidad en tu correo electrónico o en tu teléfono a través de nuestro canal de Telegram]
Este dilema fue politizado y provocó, según los investigadores Zanotti y Turnbull-Dugarte, que España se convirtiera en
el país con el sistema de partidos más polarizado respecto a las medidas frente a la Covid-19, especialmente por la enorme discrepancia entre los dos principales partidos, PP y PSOE.
Siendo así, y tratando de comprender cuál fue el papel que tuvieron la salud y de la economía en dichas elecciones, cabe preguntarse cuál fue la relación entre la incidencia de la Covid-19, la renta y el voto al PP en aquellas autonómicas.
Para responder a esta cuestión hemos utilizado datos a nivel municipal, y para la ciudad de Madrid, de distrito. Los datos incluyen los resultados del 4-M, la incidencia de la enfermedad a 14 días –el dato corresponde al mismo día de los comicios– y total, y la renta neta media por persona en el municipio o distrito.
Lo más novedoso es la incidencia de Covid-19 en el voto. En el Gráfico 1 se muestra la relación entre la incidencia a 14 días y el aumento del apoyo al PP en 2021 con respecto a 2019; cada punto representa un municipio o distrito y la línea, la tendencia global. Con ella, podemos ver que, en general, en aquellos municipios con mayor incidencia fue donde se produjo el mayor aumento de votos a los populares.
Esto puede parecer paradójico: ¿no debiera haber mayor preocupación por la salud donde más se está sufriendo la enfermedad? Sin embargo, como muestran los datos, la interpretación que habría que hacer es otra: en aquellos lugares donde más extendida estaba la pandemia y, por lo tanto, se aplicaban más restricciones –como los confinamientos perimetrales de las Zonas Básicas de Salud– es donde terminó por gestarse un mayor rechazo a las medidas de contención del virus.
Gráfico 1.- Relación, a nivel municipal y por distrito, entre la incidencia de la Covid-19 a 14 días y el aumento del voto al PP en las autonómicas de 2021 respecto a las de 2019
Fuente: elaboración propia a partir de datos a nivel municipal (o de distritos de la ciudad de Madrid), provenientes de la Comunidad de Madrid.
Continuando con la relación entre la renta y el voto al PP, en el Gráfico 2 podemos ver cómo en las zonas de mayor renta neta media por persona, los populares obtuvieron más votos, tanto en 2019 como en 2021, aunque esta relación fue más pronunciada hace un año.
Gráfico 2.- Relación, a nivel municipal y de distrito, entre renta neta media por persona y voto al PP, a nivel municipal, en las autonómicas madrileñas de 2019 y 2021
Fuente: elaboración propia a partir de datos a nivel municipal (o de distritos de la ciudad de Madrid), provenientes del Instituto Nacional de Estadística (renta) y de la Comunidad de Madrid (voto).
Esto no es algo novedoso. En efecto, un mayor nivel de renta suele estar asociado con un aumento en el voto a partidos de derecha, puesto que son éstos quienes habitualmente defienden políticas liberales que promueven unos menores niveles de impuestos y de servicios públicos, de lo que el PP madrileño es un excelente ejemplo.
Ahora bien, juntando todos estos datos, ¿tuvo el mismo efecto la incidencia de la Covid-19 en el voto al PP en función de la riqueza de los municipios?
Para responder a esta pregunta, en el Gráfico 3 hemos analizado la diferencia en el voto a los populares entre las elecciones de 2021 y las de 2019 en función de la incidencia de la enfermedad en los diferentes municipios, pero estableciendo una división entre las localidades con una riqueza por debajo de la media (en rojo) y las que la tienen por encima (en azul). De esta forma, podemos ver que el efecto de la incidencia no es el mismo en función de los niveles de renta: en aquellos municipios cuya renta media neta por persona es inferior a la media de la Comunidad de Madrid, una mayor incidencia está asociada con un mayor aumento en el voto al PP, mientras que en los municipios más ricos ocurre al revés: el incremento del voto fue menor cuanto mayor era la incidencia.
Gráfico 3.- Relación, a nivel municipal y por distritos, entre incidencia de Covid-19 a 14 días y aumento del voto al PP en las autonómicas de 2021 respecto a 2019, separando entre municipios y distritos más y menos ricos que la media
Fuente: elaboración propia a partir de datos a nivel municipal (o de distritos de la ciudad de Madrid), provenientes del INE (renta) y de la Comunidad de Madrid (voto e incidencia a 14 días).
Para complementar esto último, en el Gráfico 4 hemos replicado el análisis anterior, pero en vez de utilizar la incidencia a 14 días en el momento de las elecciones, hemos utilizado el número de casos totales de Covid-19 registrados hasta ese momento en cada municipio sobre el porcentaje de la población; es decir, cuál es la proporción de habitantes de cada municipio que ha pasado la enfermedad desde el comienzo de la pandemia.
Esta vez, lo que muestra el gráfico es distinto, pues tanto en los municipios más pobres como en los más ricos la relación es positiva. Sin embargo, en los que tienen un renta por debajo de la media, esa relación es más pronunciada, lo cual no contradice la información anterior, sino que la corrobora y complementa: en los municipios de menor renta, más Covid-19 estaba asociado con un aumento en el voto al PP más pronunciado que en los de mayor renta.
Gráfico 4.-Relación, a nivel municipal y de distrito, entre casos totales acumulados de Covid-19 y aumento del voto al PP en las autonómicas de 2021 respecto a 2019, separando entre municipios y distritos más ricos y más pobres que la media
Fuente: elaboración propia a partir de datos a nivel municipal (o de distritos de la ciudad de Madrid), provenientes del INE (renta) y de la Comunidad de Madrid (voto y casos totales de Covid-19).
Estos análisis demuestran que, en lo que respecta al dilema economía-salud que se planteó en las elecciones del 4-M, el impacto de la Covid-19 no produjo el mismo efecto en todos los municipios, sino que en aquéllos con un menor nivel de renta aumentó más el voto al PP que en los más ricos.
Es probable que en los municipios con menores niveles de renta, al ser mayor el impacto económico de las restricciones, sus efectos generaron un especial rechazo a su imposición. Por el contrario, en los más ricos ese impacto económico no era tan determinante para los hogares, pues además de que el acomodo hizo que las consecuencias sociales por el parón de la actividad no fueran tan graves, entre las personas con salarios más elevados suele haber una mayor concentración de profesiones cualificadas que, en plena pandemia, contaron con más facilidades a la hora de teletrabajar y, por lo tanto de continuar con su actividad económica con cierta normalidad. En tal situación, la consecuencia más indeseable de la pandemia no sería la económica, sino la relativa a la salud, con la posible pérdida de los seres queridos y las consecuencias de pasar la enfermedad.
En definitiva, la pandemia tuvo un efecto asimétrico en la Comunidad de Madrid, siendo mayor la incidencia —y, por lo tanto, las restricciones— en las zonas con menor renta; y, por consiguiente, las más vulnerables económicamente ante las restricciones. De esta manera, puede llegar a ser comprensible que las zonas menos adineradas se decantaran en mayor medida por el partido que abanderó la lucha contra las limitaciones de movilidad, puesto que las consecuencias económicas fueron especialmente fuertes para ellas. Es decir,
fueron doblemente castigadas: en lo sanitario y en lo económico. Ahora bien, este fenómeno podría no haber sido tan claro si estas mismas restricciones hubiesen venido acompañadas de una verdadera política de ayudas económicas capaz de compensar los efectos de aquéllas y mantener a flote la economía, como ocurrió en Francia con el
'cueste lo que cueste'.