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Philippe Lopez (AFP)

¿Es la ‘infelicidad’ lo que condiciona el apoyo a la extrema derecha?

Yanina Welp

5 mins - 16 de Mayo de 2022, 20:22

Estimadas lectoras, estimados lectores,

Marine Le Pen ha sido muy efectiva en instalar la idea de que su partido, Agrupación Nacional (Rassemblement National, RN), es el verdadero representante de los intereses de las clases trabajadoras. Algunos identificaron los apoyos a RN en los antiguos cordones industriales y las periferias francesas, lo que confirmaría la teoría de Le Pen. Sin embargo, otras investigaciones profundizaron en el análisis de datos y no sólo pusieron en duda estas conclusiones, sino que directamente deconstruyeron el mito lepeniano. Martial Foucault, director del Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po (Cevipof por sus siglas en francés) lo sintetizó así: "Dejemos de decir que RN es el partido de los trabajadores y de los no cualificados, y digamos que es el partido de las clases infelices" (aquí, el análisis de Eddie Fougier). El argumento central se puede sintetizar señalando que las clases trabajadoras son mucho más complejas de lo que sugiere el eslogan de Le Pen, y que los factores objetivos o estructurales no bastan para comprender las preferencias de voto; hay que sumar los subjetivos o construidos políticamente.

En un análisis del comportamiento de los votantes en 50 democracias del mundo entre 1948 y 2020 se daba como imagen general que, en las décadas más recientes, los electores con mayor renta y riqueza siguen votando más a la derecha, como en el pasado, pero los más educados se han inclinado muy gradualmente hacia los partidos de izquierda, dando lugar a un "sistema de élites múltiples". En su lectura del caso francés, Amory Gethin y Clara Martínez-Toledano identifican la emergencia de una división en dos ejes: el económico y el socio-cultural, que divide al electorado en cuatro grupos: igualitario-internacionalista, no-igualitario-internacionalista, no-igualitario-nativista e igualitario-nativista. Esto refuerza desde otro ángulo la idea de que las clases obreras no son exclusivamente lepenistas (a la vista están los buenos resultados de La Francia Insumisa en la primera vuelta).

Nuestro primer artículo de hoy hace su contribución a este debate con datos muy recientes, recogidos durante la campaña por las presidenciales, y vuelve a poner en foco la insatisfacción con el estado de cosas –en especial, con los servicios públicos– como variable de peso en para el votante de RN. ¿Puede funcionar Francia como un espejo de España? Ni España es Francia ni Abascal, Le Pen, ni tiene aquél el recorrido de ésta. Asumir que las extremas derechas se parecen mucho y responden a los mismos parámetros de emergencia es algo cuestionable (véase aquíaquí y aquí). Aquí, a primera vista, el perfil del votante de Vox da cuenta de una realidad muy distinta de la observada en Francia: los votantes de la extrema derecha española distan bastante del perfil de la clase trabajadora francesa (son más jóvenes, tienen mayor nivel educativo y están sobre-representados los solteros, al menos según los datos de 2019). 
 

Y la insatisfacción con los servicios públicos parece ser menos relevante en España, o al menos eso sugiere la ilustración, que muestra el perfil ideológico de quienes identifican la Educación y la Sanidad como problemas prioritarios. Lo que se observa es que la preocupación mayor coincide con la ubicación ideológica mayoritaria, en el centro, pero también hay cierta dispersión ideológica y mayor preocupación entre quienes se sitúan a la izquierda frente a los que lo hacen a la derecha. 
 
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La calidad percibida de los servicios públicos y el apoyo a Le Pen
El análisis del Índice Europeo de Calidad de Gobierno permite a Nicholas Charron y Monika Bauhr señalar que un condicionante central del voto a Le Pen es la insatisfacción con los servicios públicos: "Las regiones votaron a Macron cuando sus ciudadanos estaban ampliamente satisfechos con la calidad, la equidad y la imparcialidad de sus servicios públicos". El lepenismo fue más efectivo que la izquierda en disputar el espacio dominado por la insatisfacción.

La Conferencia sobre el Futuro de Europa, ¿una nueva frustración?
El 9 de mayo se celebró el Día de Europa y se presentaron las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (Cofe). Antonio Bar Cendón aporta una mirada crítica de los logros de esta conferencia inicialmente propuesta por el presidente francés, Emmanuel Macron, "por un renacimiento europeo".

Artículos de Agenda Pública en 'El País'

¿Por qué votan las mujeres a la extrema derecha?
Una de las razones es la normalización del feminacionalismo: "Le Pen logró que las francesas confiasen más en ella para luchar contra las violencias sexuales y el acoso público que en Macron (48% frente a 36%)". Por Javier Carbonell.

Musk transforma Twitter en una máquina de manipulación
Tras mucho revuelo, ha dado marcha atrás con la compra de Twitter. Paolo Gerbaudo pone la mirada sobre las dimensiones de la posible compra y, más importante, sobre los peligros de que la red social se convierta en un espacio tóxico y caldo de cultivo para la violencia y el racismo.

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Yanina Welp
Coordinadora editorial
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