Renania del Norte-Westfalia (NRW) es el más importante de los 16 estados de Alemania. Es el Land más poblado del país y tiene el mayor PIB de todos. La política y las elecciones en NRW siempre han sido importantes para el conjunto de Alemania: Armin Laschet, sucesor de Angela Merkel como líder del partido democristiano y candidato a canciller en las elecciones federales de 2021, fue hasta hace poco el ministro presidente de NRW; Peer Steinbrück, candidato a canciller por los socialdemócratas en 2013 y antiguo ministro de Finanzas con Merkel, también fue ministro-presidente del Estado, y Gerhard Schröder disolvió el Bundestag después de que su partido sufriera una dramática derrota en las elecciones estatales de NRW en 2005.
En general, las elecciones en este Land se consideran la versión en miniatura de las federales, dado que alrededor de una quinta parte del electorado está llamado a votar en los comicios nacionales. Por ello, todas las miradas estaban puestas este domingo en Renania del Norte-Westfalia, cuando se celebraron los últimos comicios estatales, sólo unos meses después de las últimas nacionales. Y, una vez más, esta convocatoria arrojó algunos resultados notables y observaciones dignas de mención.
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Aunque la victoria del partido socialdemócrata en las elecciones nacionales de septiembre de 2021 descolocó profundamente al partido conservador (CDU), éste todavía puede ganar. De hecho, el partido del canciller socialdemócrata Olaf Scholz tenía grandes esperanzas de recuperar su antiguo bastión. Sin embargo, su candidato, Thomas Kutschaty, no pudo imponerse al actual ministro-presidente, Hendrick Wüst (CDU), a pesar de que los sondeos indicaban una carrera reñida entre ambos partidos. El líder del SPD, Lars Klingbeil, había proclamado una "década socialdemócrata" tras las nacionales de septiembre de 2021, pero la CDU parece seguir manteniéndose.
Los resultados electorales envían señales muy diferentes a la llamada coalición semáforo que gobierna a nivel nacional: mientras que el SPD y el partido liberal FDP sufrieron sendas derrotas, su socio, los Verdes, experimentó un importante viento de cola. Casi triplicaron su porcentaje de votos (del 6,4% al 18,2%) y las encuestas muestran un claro aumento de las atribuciones competenciales del partido. Esto puede que influya en el ambiente interno de la coalición.
La participación en las elecciones al Parlamento estatal de RNW ha alcanzado un nuevo mínimo histórico. Con sólo un 55,5 % del electorado haciendo uso de su derecho al sufragio activo, todos los partidos perdieron votos en números absolutos. Esto también es válido para el ganador de las elecciones, la CDU, que perdió más de 200.000 votos en comparación con 2017. La única excepción son los Verdes, que ganaron más de 700.000 votantes. Esto da a entender que hay graves problemas de movilización en todos los partidos (de nuevo, excluyendo a los Verdes).
El juego de la negociación el día después de una jornada electoral es cada vez más importante, puesto que el pensamiento clásico ya no produce opciones viables de coalición viables. Durante décadas, la idea de que el panorama de los partidos alemanes estaba dividido en un bando conservador/liberal y otro de izquierda/verde explicaba la mayoría de los gobiernos de coalición a nivel nacional y estatal. Esto ya no es así: las elecciones de Renania del Norte-Westfalia son otro ejemplo de ello. Aunque podemos observar que los partidos se están volviendo más flexibles en sus negociaciones, esto también provoca más presiones cruzadas para sus estrategas. Por ejemplo, los Verdes de Renania del Norte-Westfalia son ahora pretendidos por la CDU, mientras que técnicamente pueden también formar otra coalición semáforo con el SPD y el FDP.