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con la colaboración de
Louafi Larbi (Reuters)

La transición energética, geopolítica de libro

Guillermo Sánchez-Herrero

7 mins - 17 de Junio de 2021, 16:26

Estimadas lectoras, estimados lectores,

"El paso de la madera al carbón entre los siglos XVIII y XIX permitió la industrialización. Pero también privó de sus derechos a gran parte de la clase trabajadora, lo que llevó a Karl Marx y Friedrich Engels a escribir el 'Manifiesto Comunista'. La transición hacia las fuentes de energía renovables también será perturbadora. Sin embargo, las implicaciones geopolíticas están, en su mayor parte, aún por analizar".

El párrafo anterior, extraído de este análisis de Morgan D. BazilianMichael BradshawAndreas Goldthau y Kirsten Westphal publicado en la revista Nature, viene muy a cuento para introducir el tema que nos está ocupando este mes: la geopolítica y la geo-economía de la transición energética: ya saben, los cambios en las relaciones de poder, oportunidades y amenazas, ganadores y perdedores, gobernanza, la seguridad alimentaria, el agua y la tierra, los movimientos migratorios... en fin, los efectos de la necesaria descarbonización del planeta.

Los autores se atrevieron incluso a plantear cuatro escenarios posibles:
  • "Un gran acuerdo verde": "cooperación total", las empresas de tecnología verde dominan "la lista Fortune 500" en 2030, todos los países "participan de los beneficios" del cambio de paradigma, "un triunfo para el clima y la seguridad". O sea, el edén geopolítico.
  • "Avance tecnológico"; "por ejemplo, en el almacenamiento de energía" renovable. "EE.UU. y China toman la delantera" y "el mundo se divide en dos bandos en una guerra fría de las tecnologías limpias". Europa va por detrás y "las tensiones políticas aumentan en el África subsahariana, Oriente Medio y Asia Central".
  • "Nacionalismo sucio": el proteccionismo nos devuelve a la "lógica de suma cero": yo gano, tú pierdes, o viceversa. El multilateralismo, a tomar viento, los alimentos se encarecen, el agua se disputa.
  • Seguir como hasta ahora: "Los desequilibrios económicos y geopolíticos existentes se refuerzan y la desigualdad energética aumenta".

¿Qué pasará? Pues a saber. Pero mientras termina de jugarse esta partida múltiple de ajedrez, toca incorporar análisis para ir afinando el tiro; por ejemplo, como el que este martes presentó el Real Instituto Elcano sobre los impulsores y las barreras para el hidrógeno (verde) en el Mediterráneo.

Pasamos el testigo a Mark LeonardJean Pisani-FerryJeremy ShapiroSimone Tagliapietra y Guntram B. Wolff, que en este trabajo coral asumen que el Green Deal europeo es "un acontecimiento de política exterior" de libro y "con profundas consecuencias geopolíticas" para, acto seguido, recomendar a la UE que ayude a los países vecinos exportadores de petróleo y gas para que diversifiquen sus economías; mejore la seguridad del suministro de las materias primas críticas para las renovables; promueva un club climático lo más amplio posible para implantar el ajuste de carbono en frontera (Estados Unidos mediante; si se sumara China sería imbatible); se convierta en referente mundial de la transición energética, sobre todo en hidrógeno y bonos verdes; y promueva una coalición global para combatir el deshielo vertiginoso del permafrost (esto es, la capa del suelo permanentemente congelada en las regiones polares), un depósito ingente de gases de efecto invernadero (se calcula que tiene casi el doble de carbono que el existente actualmente en la atmósfera).

Gráficos

El análisis enlazado más arriba y publicado por el think tank Bruegel nos ofrece estos dos gráficos que nos pueden ayudar a comprender mejor de qué estamos hablando. El primero nos señala la procedencia de las exportaciones de petróleo y gas natural con destino la Unión Europea; que, no lo olvidemos, hoy tiene que importar el 87% de lo que consume del primero y el 74% del segundo. El otro gráfico expone los principales suministradores de los materiales críticos (y raros) que Europa necesita para su apuesta verde (sus paneles solares, turbinas eólicas, baterías, pilas de combustible…), con China sacando músculo.
 

Entre los primeros pueden encontrarse algunos eventuales perdedores geopolíticos y fuentes, por tanto, de inestabilidad; y no sólo porque la transición energética irá arrinconando (sobre todo a partir de 2030) las fuentes sucias, fósiles, sino también porque el eventual abaratamiento del precio del crudo y el gas natural puede llegar a expulsar de este mercado menguante a los menos competitivos. El estudio de referencia cita a Rusia (palabras mayores), Venezuela, Irán y Nigeria.

Sobre los minerales y metales verdes, tendría su gracia que Europa pasara de ser  energéticamente dependiente de Rusia o Argelia a serlo de China. Pero tranquilidad, o calma tensa: la UE parece ser consciente y estaría en ello, diversificando sus suministradores, fomentando el reciclaje y buscando materiales sustitutivos.

Volvamos por un momento a Argelia, un país en el que la mayor parte de su infraestructura energética está orientada al mercado europeo y en el que los ingresos por hidrocarburos representan el 95% de sus exportaciones. Es, pues, un buen ejemplo de los esfuerzos que Europa debiera hacer para facilitar, en este caso al país africano, su diversificación económica, su propia transición energética. Si no, "la economía argelina podría caer en un declive casi terminal", generando una fuerte "inestabilidad en la periferia" del Viejo Continente.

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El 'podcast'

Europa, España, comunidades autónomas, ayuntamientos... todos se han lanzado a persuadirnos de que nos metamos en el embolado de mejorar la eficiencia energética residencial mediante la rehabilitación de edificios. Hay dinero para ayudas, incentivos fiscales... las viviendas consumirán menos energía, emitirán también menos gases de efecto invernadero, abaratando el recibo de la luz (mal, o buen momento para insistir en esta idea) y aumentando el valor de los inmuebles. Por todo ello, ésta es la (pen)última llamada para escuchar el podcast con todas las claves de la mano de Pablo Tucat, consultor e investigador en Knowledge Sharing Network; Arnau González, profesor asociado en Tecnocampus, centro adscrito a la Universitat Pompeu Fabra, y consultor sénior en proyectos de consultoría e I+D en energía renovable y economía circular en la cooperativa Aiguasol, y Gemma Patón, profesora titular de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Castilla-La Mancha.


Buena lectura,

Guillermo Sánchez-Herrero
Editor de Agenda Pública
 
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