Estimadas lectoras, estimados lectores
Quedan sólo unos días para esta
'newsletter' cumpla un año desde su publicación. Y la traemos a colación porque en ella se avanzaba que uno de los primeros efectos de la descarbonización inaplazable sería la paulatina expulsión del mercado de los países exportadores de combustibles fósiles menos competitivos; entre ellos, Rusia. También, que la Unión Europea haría bien en ayudar a Argelia a diversificarse económicamente y en su transición energética propia. Si no, su economía "podría caer en un declive casi terminal", generando una fuerte "inestabilidad en la periferia" del Viejo Continente.
Ambos augurios salían de un trabajo del
think tank Bruegel de febrero de 2021; por tanto, en la
coctelera ya estaba la pandemia, no así la guerra de Putin. Y si el panorama de la transición, no sólo geopolítico, ya era y es endiablado de por sí, echemos un vistazo a esta sucesión de
titulares: Argelia y Rusia están estrechando su
bonita relación, con maniobras militares incluidas en la frontera con Marruecos; el país norteafricano rompe la suya con España (triángulo de amor y desamor
analizado hoy mismo por Eduard Soler en
El País); e Italia corteja por su cuenta a Argelia, como les hemos ido analizando (
aquí,
aquí y
aquí), porque la crisis energética no está para virguerías. Visto en conjunto, la verdad es que se parece muy poco a lo recomendable para conjurar la aludida inestabilidad
periférica; con un país, además, asociado a la Unión desde 2002.
Veamos lo de Rusia: con su parafernalia habitual (
sospechosos habituales, léase Hungría, y
fumata blanca in extremis), ya se puede decir que la UE embargará parcialmente el petróleo del país invasor de Ucrania. Se salva la unidad europea, y sí, a costa de rebajar sus pretensiones iniciales, pero ¿cuáles serán sus efectos? En este
análisis, su autor describió el
encaje de bolillos y los factores a tener en cuenta ante un entonces eventual embargo de crudo. Un apunte: las de petróleo representan una tercera parte de las exportaciones totales rusas, mientras que las de gas sólo el 12%. Y
aquí, un
bonus sobre el roto que le causaría a Alemania una medida como la pactada (y el gráfico interactivo de abajo).
En este contexto, hay voces autorizadas que llevan tiempo diciendo que el embargo... bueno, ok, pero que estaría mucho mejor poner aranceles a todas las exportaciones energéticas rusas (petróleo, gas natural y productos refinados): al poder aplicarse con mayor inmediatez, se daría menos tiempo al enemigo para encontrar compradores alternativos, forzándole en el interín a pagarlos, reduciendo sus ingresos netos y favoreciendo una cierta contención de los precios; y es más flexible, pudiendo adaptarlos a la coyuntura. Mientras, Europa/Occidente seguiría buscando en otros
caladeros; sí, muchos de ellos
petro-estados (Arabia Saudí, Emiratos, Catar...) que tantos disgustos de gobernanza han dado en las últimas décadas, o países sobre los que hasta ahora pesaban las sanciones, como
Venezuela; pero es lo que hay.
Especialmente tozudos a favor de los aranceles han sido los expertos de Bruegel, pero no sólo: lo están también una mayoría suficiente de economistas alemanes, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen... son sólo tres ejemplos, a los que se puede sumar una prolífica producción académica.
Para concluir: tenemos al precio del petróleo
Brent, de referencia para Europa, coqueteando con su máximo histórico, de 2008. Seguro que ese año les suena de algo, y de lo que trajo consigo.
UE: comunicar eficazmente una política de seguridad energética cambiante
Ante la distorsión adicional de la invasión rusa de Ucrania,
Radu Magdin destaca la imperiosa necesitar de una comunicación estratégica efectiva sobre la seguridad energética para conjurar el peligro cierto de que "la opinión pública europea dé la espalda tanto a los dirigentes nacionales como a los de la UE".
Aquí, la versión del análisis en inglés.
El verdadero significado del viaje de Scholz a África
El canciller alemán ha seguido los pasos del primer ministro italiano porque "Europa necesita realmente una verdadera asociación estratégica con este continente para poder gestionar la crisis energética, abordar la crisis climática, evitar futuras crisis migratorias y competir con sus rivales geopolíticos"; y África, por su parte, depende sobremanera de las importaciones de alimentos de Rusia y Ucrania. El análisis de
Theodore Murphy.
**********
'Podcast'.- La adaptación rural al cambio climático y el desafío demográfico
Tercer episodio de la serie que lleva por título
La última oportunidad y que ha sido elaborada por
Red2Red Consultores y Agenda Pública. En este capítulo, conversamos con
Mónica Parrilla de Diego, ingeniera Técnica Forestal y coordinadora de la Campaña 'Habla Rural' de Greenpeace. Conduce
José Moisés Martín Carretero, director general de
Red2Red Consultores.
Buena lectura
Guillermo Sánchez-Herrero
Editor