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Álvaro García

¿Regresa el bipartidismo a España?

Yanina Welp

5 mins - 27 de Junio de 2022, 20:58

Estimadas lectoras, estimados lectores,

que los partidos políticos no han muerto es una verdad de Perogrullo. No sólo no han muerto, sino que siguen teniendo un rol central organizando la competencia electoral y, con ello, la distribución del poder político. De momento, y nada sugiere que vaya a cambiar en el medio plazo, las innovaciones democráticas que han surgido para complementar a las organizaciones partidarias no han conseguido suficiente relevancia ni mucho menos centralidad, y más bien quedan subsumidas en las lógicas político-partidarias preexistentes. Esto aplica tanto para el sorteo cívico (véase aquíaquí y aquí) como para los referendos en el ámbito europeo. Algunas consultas populares han tenido efectos perniciosos alentando reformas populistascomo ocurrió en Italia, que erosionan la calidad de la representación cuando más se necesita fortalecerla. Aquí la clave es que el frame en que estas reformas se plantean es el del conflicto entre un pueblo virtuoso y una élite corrupta del que derivan propuestas inspiradas por la anti-política que ponen el acento, por ejemplo, en el coste de unas cámaras legislativas para achicarlas. El resultado: el ahorro es ínfimo y notable la erosión de la representación, mientras a la vez proliferan asesores sin legitimidad directa y con igual o superior coste económico. Un bluf. La imagen que queda es una de cambios con distintos sentidos, incluyendo escenarios en los que los partidos se convierten en aparatos de poder al servicio de los liderazgos de turno (la Hungría de Orbán como ejemplo destacado).
 

Mientras en las democracias occidentales, con contadas excepciones, prolifera la fragmentación y los nuevos partidos, el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sugiere que España va a contracorriente. Podrá alegrar mucho a los defensores del statu quo previo a la emergencia de Podemos, Ciudadanos y Vox. La foto del último barómetro sugiere el regreso del bipartidismo allí donde campeaba a sus anchas y la caída de los nuevos partidos (extremo para Ciudadanos, marcado en el caso de Podemos y en declive para Vox) mientras se sostienen los partidos tradicionales de algunas comunidades autónomas como Cataluña o País Vasco. Sin embargo, no sólo no hay vuelta atrás, sino que no hay mucho que celebrar si de lo que se trata es de fortalecer la democracia porque esta recuperación de los partidos tradicionales, el Partido Popular y el Partido Socialista, no va acompañada de un restablecimiento de la confianza en la política y en las instituciones. Encima, las dinámicas mediáticas alimentan la banalidad en la discusión política (véase 'Turbopolítica contra la intrascendencia') y la polarización afectiva ('Enfrentados y enfadados, una realidad preocupante'). Si a esto le agregamos la evidencia de los efectos de la guerra, que fueron casi inmediatos en el encarecimiento del combustible, el gas y algunos alimentos de la canasta básica, el panorama se vuelve si no oscuro, al menos poco claro. Una guerra que se alarga y tiene cada vez más costes reclama una gestión responsable, porque la insatisfacción está larvando. 

Nuestro primer artículo de hoy se ocupa de Alemania, país sobre el que pende la amenaza de una recesión económica que, de ocurrir, tendrá un impacto considerable sobre la Unión Europea. De ahí pasamos a analizar la composición de la nueva legislatura andaluza.


En una nueva entrega de 'Conversaciones Impulse', iniciativa conjunta de NTT Data y Agenda Pública, Elena Pisonero, presidenta ejecutiva de Taldig; Carlos Tabernero, socio de Seguridad Pública y Justicia en NTT Data, y Enrique Belda, director del Centro Tecnológico de Seguridad (Cetse) del Ministerio del Interior reflexionan sobre los desafíos de la seguridad pública en la era de los datos. Tabernero también ha escrito el análisis titulado 'Los desafíos de la seguridad pública'.

¿Puede Alemania entrar en recesión?
Cuando nada había vuelto aún a la normalidad tras la crisis del 2008, la recaída de 2012 y la pandemia, el fantasma de la recesión vuelve a recorrer Europa y las sombras aparecen con especial intensidad sobre Alemania (el Bundesbank apunta a los eventuales efectos perniciosos de la inflación en el país) , el motor de la Unión. El análisis de Miguel Ángel Ortiz-Serrano.

El nuevo Parlamento de Andalucía
Xavier CollerAndrés BenítezBeatriz CarrascoPablo Domínguez y Carles Pamies analizan la composición del nuevo Legislativo andaluz en términos de género, lugar de origen, perfil ocupacional y experiencia previa. Uno de los tantos datos relevantes que ofrecen: es la legislatura con mayor cantidad de legisladores noveles (58%), lo que seguramente hará que parlamentaria/os con más experiencia tengan un rol pedagógico en lo que a procedimientos se refiere.

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Buena lectura, 

Yanina Welp
Coordinadora editorial
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