La Unión Europea sigue acusando las repercusiones de la crisis migratoria de 2015, que provocó profundas divergencias entre los estados miembros en torno a la aceptación de refugiados y migrantes. En este contexto, la guerra de Ucrania ha desencadenado la mayor afluencia de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Como parte del proyecto Solid del ERC Synergy, hemos trazado y explorado la opinión pública sobre el desplazamiento de los refugiados ucranianos en cinco estados miembros de la UE (Francia, Alemania, Italia, Polonia y Hungría). Nuestro cuestionario se administró entre el 11 de marzo y el 5 de abril de 2022, con una muestra total de 10.229 encuestados. Los resultados de este estudio se han comparado con los de una encuesta anterior, realizada entre junio y agosto de 2021.
Tal y como reflejan dichos resultados, los europeos se muestran dispuestos a acoger a los refugiados ucranianos, aunque esto varía según el país. Desde 2021, la aceptación de los migrantes ha aumentado en todos los países excepto en Hungría, así como el apoyo a la responsabilidad compartida para con los refugiados entre los estados miembros de la UE, de nuevo con la excepción de Hungría.
Figura 1.- Aceptación de los inmigrantes en Hungría y Polonia
En la Figura 1 se visualiza el porcentaje de encuestados en Polonia y Hungría que muestran diferentes niveles de aceptación de los inmigrantes según si estos últimos son del mismo origen étnico que el del encuestado o de uno diferente. Las barras indican el número relativo de encuestados que dicen que su país no debería aceptar a ninguno, pocos, algunos o muchos migrantes. Los datos son de antes de la guerra de Ucrania (verano de 2021) y tras el inicio de la misma (primavera de 2022).
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La aceptación de los migrantes refleja una primera gran división entre Hungría y Polonia. Si bien en 2015 el primero era un país por el que transitaban muchos migrantes, Polonia era un país espectador, que recibía menos migrantes incluso de tránsito. Más recientemente, Polonia se ha enfrentado a tensiones con el Gobierno bielorruso, al que acusó de "armar" a los migrantes en el marco de su disputa más amplia con la UE. En la actual crisis de los refugiados ucranianos, ambos países están en primera línea y Polonia ha recibido la mayor parte de los refugiados ucranianos.
Ya en 2021, Polonia era en general más hospitalaria con los inmigrantes en general si se la comparaba con Hungría. Esta diferencia aumentó tras el inicio de la guerra, sobre todo en lo referente a los inmigrantes de un grupo étnico similar. Por el contrario, Hungría registró un descenso general del apoyo a la inmigración, siendo el único país de nuestra muestra con esta tendencia. Esto habla del poder de las élites para influir en la opinión pública, ya que el primer ministro húngaro, Victor Orbán, ha criticado constantemente a Ucrania y a su presidente.
Independientemente de estas diferencias, tanto húngaros como polacos prefieren a los inmigrantes de su misma etnia. En cambio, en Francia e Italia es menor la diferencia de aceptación entre los inmigrantes de la misma etnia y los de etnia diferente. Este dato coincide con la retórica que los populistas húngaros y polacos han mantenido en contra de los inmigrantes musulmanes. Polonia, en particular, muestra un alto nivel de aceptación de los inmigrantes de la misma etnia. Los encuestados posiblemente pensaban más concretamente en los ucranianos. Hungría destaca como el país más anti-inmigración.
Figura 2.- Aceptación de los inmigrantes en Francia e Italia
En la Figura 2, Francia e Italia muestran un patrón similar. En la anterior crisis de refugiados, Italia estuvo en primera línea y recibió un gran número de migrantes y refugiados que cruzaban el Mediterráneo, mientras Francia fue un Estado de destino para muchos de los migrantes. En la crisis actual, ambos países podrían considerarse como estados de destino. Italia, en particular, espera un gran número de refugiados ucranianos, dado que ya existe una importante diáspora.
En general, los italianos parecen mucho más abiertos a la inmigración de ambos tipos que los franceses. No obstante, en ambos países la mayoría de la población estaría dispuesta a aceptar al menos a algunos inmigrantes, incluso de una etnia diferente a la suya. La aceptación de los inmigrantes ha aumentado desde el inicio de la guerra.
Figura 3.- Apoyo a los refugiados que huyen de distintas zonas de conflicto
La Figura 3 muestra el apoyo a los refugiados que huyen de las guerras en diferentes países. Las barras indican la respuesta media por país en una escala de 10 puntos en la que se pregunta a los encuestados hasta qué punto están de acuerdo con la acogida de refugiados de determinados países. Los valores más altos indican un mayor nivel de acuerdo. Una línea roja horizontal muestra un punto de corte en 5, que puede considerarse ni de acuerdo ni en desacuerdo.
Lo que se observa es que, de los cinco países, los ucranianos gozan de niveles de apoyo mucho mayores que los refugiados que huyen de Afganistán o Somalia. La mayor diferencia se observa en Hungría, que también tiene los niveles más bajos de aceptación en general. También se observan grandes diferencias en Polonia y Alemania, y la menor en Italia, que también tiene los mayores niveles de aceptación en general. Por término medio, los encuestados de los cinco países se muestran ambivalentes a la hora de aceptar a los refugiados de Somalia y Afganistán, mientras que existe un claro nivel de aceptación de los ucranianos.
Puede haber muchos factores que expliquen esta diferencia. El primero es que la guerra de Ucrania es percibida como mucho más cercana y urgente. Los europeos podrían sentirse más responsables hacia sus vecinos en comparación con los países que están más lejos. Polonia y Hungría, en particular, pueden tener un sentido compartido de la historia con Ucrania y una percepción también compartida del trato de Rusia, lo que daría lugar a una mayor empatía con la difícil situación de los refugiados ucranianos. Estos últimos, en contraste con otros grupos, están compuestos en su mayoría por mujeres y niños, lo que puede que generar más simpatía. Sin embargo, como muestra la figura 2, es probable que también haya un componente étnico en esta preferencia. Los ucranianos pueden ser percibidos como más parecidos a los encuestados por su color de piel y su religión. Polonia, en particular, ya ha dejado claro que prefiere a los refugiados cristianos antes que a los musulmanes. De hecho, también se ha informado de que las personas de color que vivían en Ucrania tenían más dificultades para cruzar la frontera con Polonia y Hungría.
La Figura 4 muestra la respuesta media por país, en una escala de 10 puntos, a dos preguntas en las que se interrogaba sobre quién debería acoger a los refugiados. Las barras oscuras muestran las respuestas sobre si los refugiados deben ser acogidos principalmente por el país de entrada, mientras que las barras claras indican la conformidad con el reparto de responsabilidades entre todos los países de la UE. Una línea roja horizontal indica un punto de corte en 5, que puede considerarse ni de acuerdo ni en desacuerdo.
Lo primero que hay que destacar es la respuesta globalmente negativa a ambas preguntas por parte de los húngaros, lo que indica aún más su resistencia a cualquier tipo de refugiados. Dado que Polonia ha recibido la gran mayoría, la resistencia húngara al reparto de responsabilidades puede indicar que no quiere a los refugiados que están actualmente en Polonia, a pesar de que Hungría también es un Estado en la primera línea.
Los encuestados de otros países parecen coincidir en que prefieren algún tipo de reparto de responsabilidades. Curiosamente, Italia es el país con mayor consenso en cuanto a la necesidad de acoger a los refugiados por parte de todos los estados miembros de la UE, a pesar de que Italia es ahora un Estado de destino y no fronterizo. Esto podría explicarse por la experiencia de los ciudadanos de este papis italianos al haber sido antes un estado de primera línea, y sugiere que no se trata simplemente de un interés propio, sino de una preferencia política más general.
Figura 4.- Actitudes sobre combatir la responsabilidad
Sorprendentemente, los polacos no muestran más desacuerdo con que los refugiados se queden sólo en el país de entrada, a pesar del gran número que han acogido. Esto habla de la aceptación general de Polonia de los refugiados ucranianos. En resumen, nuestro estudio muestra un aumento del apoyo al reparto de responsabilidades en comparación con 2021, excepto en Hungría. Mientras que Italia ha mantenido en general su postura, observamos un cambio de tendencia en Polonia respecto del deseo de compartir la responsabilidad, probablemente debido a su cambio de estatus de Estado espectador a Estado de primera línea.