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Maravillas Delgado

El elefante de la globalización y el ‘post-elefante’ de la crisis financiera

Oswaldo Mena Aguilar

8 mins - 8 de Noviembre de 2022, 07:00

En diciembre de 2012, el economista serbio-estadounidense Branko Milanovic ofreció, en su artículo Global Income Inequality by the Numbers: in History and Now del World Bank, uno de los gráficos más influyentes en años recientes, la denominada 'gráfica del elefante', que mostraba las ganancias relativas para cada grupo de ingreso durante la llamada 'globalización' (entre 1988 y 2008). Recientemente, el profesor Milanovic compartió una serie de tuits que mostraban los resultados contrarios en el periodo posterior a 2008, hasta antes de la pandemia global por COVID-19. ¿Qué nos dicen estos gráficos sobre los ganadores y perdedores de las tendencias económicas globales en estos periodos?  

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Técnicamente hablando, la gráfica del elefante es una gráfica de incidencia del crecimiento (GIC) que, para cada percentil de la distribución mundial del ingreso—el resultado de dividir el ingreso del mundo en 100 grupos de igual número de observaciones, siendo un percentil el límite que delimita cada grupo—rastrea el crecimiento del ingreso real, permitiendo entonces identificar quiénes han sido los ganadores y los perdedores de las tendencias económicas globales. Este crecimiento del ingreso real hace referencia al crecimiento porcentual acumulado, presentado en dólares de paridad adquisitiva (PPA) para dar cuenta de las diferencias en el poder adquisitivo de los distintos países debido a las diferencias en los precios de las canastas de bienes representativos de cada país y la inflación. 

 
Fuente: Branko Milanovic/Banco Mundial, Global Income Inequality by the Numbers: in History and Now
 
Para el período de 1988 a 2008 (es decir, durante los años del denominado Consenso de Washington y durante la principal fase expansiva de la globalización) el GIC tiene la forma de un elefante levantando la trompa. Esto es así por cinco factores principales
 
  1. El ingreso PPP real acumulado de la cuarta parte más pobre de la población mundial aumentó menos de 60% en 20 años (y aumentó menos de 20% para el decil 10; es decir, el 10% más pobre del mundo). 
  2. El percentil 50 de la distribución mundial del ingreso—por definición, los ciudadanos del mundo con un ingreso justo a la mitad de la distribución global— tuvo la mayor ganancia relativa—no absoluta, tema en el que profundizaré más adelante—del período, mejorando su ingreso real PPA por encima del 70%.
  3. Los percentiles 50 y 70 han tenido ganancias relativas cercanas al 70% (dando forma al cuello y la parte superior de la cabeza del elefante). 
  4. Los ingresos del percentil 80 de la distribución se desplomaron, dando lugar a una pérdida relativa de ingresos en 2008, comparada con 1988 (dando forma así a la parte inferior de la cabeza del elefante) y  
  5. El segundo mayor ganador en términos relativos después del percentil 50 y el principal ganador en términos absolutos fue el 1% más rico (el percentil 100), con ganancias relativas casi superiores al 60—es decir, casi tan grandes como las del percentil 50.

Estos hechos, sin embargo, tienen que interpretarse con la consideración de que la gráfica del elefante denota la distribución
mundial del ingreso, por lo que la posición respectiva de un determinado percentil en su distribución nacional puede no representar su posición en la distribución mundial—y, con excepción de China, muy probablemente este es el caso. Así, en 2005, el ciudadano más pobre de los Estados Unidos—en el 1% de la distribución de ingreso de ese país—era más rico que el 60% del resto del mundo—en el percentil 60, o el 40% más rico, de la distribución global. 

 
Fuente: Branko Milanovic/Banco Mundial, Global Income Inequality by the Numbers: in History and Now
 
Con esta puntualización en mente, podemos entonces contextualizar la gráfica del elefante de la siguiente forma: 
 
  1. Dada la masiva participación proporcional de China en la población mundial (y, en menor grado, de otros países asiáticos), la gran ganancia relativa en el ingreso de las 'clases medias globales' en ese periodo ha estado determinada principalmente por el crecimiento del ingreso de las clases medias asiáticas (mayormente urbanas) como consecuencia del ingreso y consolidación en la producción industrial de China y la India. De hecho, el percentil 50 en la parte urbana de China—la clase media dentro de China—se encuentra ahora en el percentil 70 de la distribución mundial—pertenece al 30% más rico del mundo. 
  2. Dado que las clases medias bajas de los países occidentales ricos se encuentran, a pesar de su posición a la mitad en la distribución de ingreso en sus países, en una elevada posición en la distribución global del ingreso (la clase media de la distribución de EE.UU está en el percentil 90, o en el 10% más rico, de la distribución global) estas han sido las perdedoras relativas del período
  3. La alta tasa de crecimiento en el percentil 100 (el 1% más rico) significa que los ultrarricos se hicieron más ricos durante la globalización y, aunque sus ingresos no crecieron tan rápido como el ingreso de las clases medias urbanas asiáticas, aun así lo hicieron a un ritmo muy elevado. Teniendo en cuenta que el punto de partida del ingreso de los ultrarricos es extremadamente considerable esto significa que, en términos absolutos, los máximos ganadores de la globalización fueron aquellos con ingresos por encima del percentil 90 (el 10% más rico del mundo, incluso si, en términos relativos, los percentiles medios fueron los principales beneficiarios). 

Para ejemplificar lo anterior, considere el lector la siguiente reformulación hipotética de lo antes dicho: si el percentil 50 de la distribución mundial tuviera $100 dólares PPA de ingreso, y su ingreso creciera 70% en un periodo determinado—las condiciones que la clase media global, constituida por los países asiáticos en su mayoría experimentó—su ingreso final habría pasado a $170 dólares PPA. Considerando que la proporción del ingreso del percentil 90 (el 1% más rico) y el percentil 50 (la mitad de la distribución) en un país hipotético (por ejemplo, la de España es de 2 a 1 de acuerdo a la OCDE) el ingreso del 10% más rico en este hipotético ejemplo sería de $200 inicialmente y habría crecido en 60% hasta alcanzar $320 dólares PPA. Si bien la clase media tuvo el mayor incremento
relativo a su posición inicial, los ultrarricos tuvieron el mayor incremento absoluto y un incremento relativo casi igual.

El fin del paquidermo
Recientemente, el profesor Milanovic compartió en una serie de
tweets con resultados que mostraban, para años más recientes, la tendencia opuesta a la gráfica del elefante: entre 2008 y 2018, el crecimiento acumulado para el 5% más pobre (el primer vintigil) superó el 8% anual, y el ingreso del 1% más rico tuvo un incremento acumulado anual inferior al 2% en ese periodo. Esta tendencia tiene sentido si consideramos la naturaleza de la crisis financiera de 2008: si bien ésta tuvo efectos globales y en todos los sectores de la economía, tuvo un comportamiento especialmente pronunciado en fuentes de ingreso asociadas a rendimientos financieros, particularmente concentrados en la parte más alta de la distribución de ingreso

Más importante que lo anterior, sin embargo, es que la precisión que hice antes entre ganancias relativas y absolutas se mantiene, y el profesor Milanovic la enfatiza. En efecto, la 'extraordinaria' ganancia relativa de 7 y 8% en el ingreso del 50% más pobre del mundo (vintigiles 1 al 10) se tradujo en un incremento de menos de $2000 dólares PPP—es decir, ajustados por inflación y poder de compra—adicionales en una década. Por otro lado, el 'limitado' crecimiento de cerca de 1% del 1% más rico significó más de $9000 dólares PPA adicionales a los que ese grupo tenía en 2008. Perfectamente sintetizado en las palabras de Milanovic: “las ganancias absolutas de los ricos, por supuesto, han sido mucho más grandes que las ganancias de la clase media global y los más pobres del mundo. Esto es sencillamente porque los ingresos iniciales de los ricos son tan grandes que incluso pequeñas ganancias porcentuales se traducen en grandes ganancias absolutas”.

 
Fuente: Twitter, Branko Milanovic
 
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