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David Hermoza/Banco Mundial

Movilidad sostenible: más allá del coche eléctrico

Guillermo Sánchez-Herrero

6 mins - 29 de Abril de 2021, 18:08

Estimadas lectoras, estimados lectores,

En la película de 2018 Vice (en España, El Vicio del Poder), una ácida semblanza dirigida por Adam Mackay del que fuera vicepresidente de Estados Unidos entre 2001 y 2009, Dick Cheney, se puede ver (a partir de la hora y 10 minutos) cómo el término cambio climático salió de la mente de un gurú del marketing, Frank Luntz, que trabajó para un lobby republicano llamado Americanos por la Reforma Fiscal. "En lugar de calentamiento global, que todos coincidimos en que da mucho miedo, lo llamaremos cambio climático", propone Luntz, con gran éxito, a un panel de ciudadanos. Por cierto, este spin doctor acuñó también el término impuesto de la muerte (¿les suena?) como sustituto de impuesto de sucesiones.

De aquellos barros (y otros) estos lodos. Naciones Unidas ha publicado recientemente un informe en el que hace un balance preliminar de la lucha contra el calentamiento global, o cambio climático o emergencia climática; expresión esta última que, no nos engañemos, se ajusta más a la realidad. Spoiler: la cosa va mal.

No cabe otra interpretación: el consenso científico sostiene que hay que reducir un 45% la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 "para evitar un calentamiento catastrófico". Pues bien, los planes presentados hasta ahora por los países sólo alcanzan a hacerlo en un mísero 1% respecto a los niveles de 2010, el año de referencia. El informe llega a esta tremenda conclusión tras analizar 48 Contribuciones Nacionales Determinadas (CND, los planes nacionales o supranacionales), que representan alrededor del 40% de las partes que firmaron el Acuerdo de París (ojo, de 2016) y alrededor del 30% de las emisiones mundiales de GEI en 2017. Falta ambición, y puede que la pandemia haya aportado su granito de arena en la buena dirección, pero también en la mala: quién se va a ocupar de esta otra pandemia con la crisis sanitaria y económica acogotando al planeta.

A este informe le seguirá otro, actualizado, que se hará público en noviembre de este año, coincidiendo con la cumbre climática (COP-26) que se celebrará en Glasgow (Reino Unido). Pero eliminar en tan poco tiempo este gap de 44 puntos porcentuales está muy lejos de cualquier proyección sensata.

Gráfico

No es por ser agoreros, pero el gráfico escogido para esta newsletter emite, nunca mejor dicho, las mismas señales negativas, pesimistas. Se trata del Energy Transition Index (ETI) que, como su propio nombre indica, mide y compara el progreso (o no) de 115 países y que acaba de alumbrar su edición de 2021. Las reacciones no se han hecho esperar: uruguayos y singapurenses orgullosos de encabezar, respectivamente, los rankings latinoamericano y de Asia-Pacífico; franceses, mismo sentimiento por formar parte del top-10 global, no resistiéndose a mencionar su apuesta por la energía nuclear como uno de los factores clave de esa posición; saudíes saludando el salto de cinco puestos respecto al índice anterior; satisfacción en Dinamarca, medalla de bronce; qué decir de los suecos (oro)...
 

Pau Solanilla, analista de esta casa, optó sin embargo por the big picture y nos dijo: "En la última década, sólo 13 de 115 países han hecho progresos consistentes", aparte de destacar que las únicas economías grandes entre los 10 primeros son Reino Unido y Francia. "Hay que hacer más", concluía. Parece un diagnóstico correcto, avalado además por hechos como que "los 10 primeros países sólo representan colectivamente el 3% de las emisiones mundiales"; o que "la generación de electricidad a partir del carbón en términos absolutos ha seguido una trayectoria ascendente desde 2010, impulsada en gran medida por la región de Asia-Pacífico"; o "el 81% de la energía mundial procede de combustibles fósiles, las emisiones mundiales aumentaron de forma constante hasta 2019 y más de 770 millones de personas en todo el mundo siguen sin acceso a la electricidad". Todas ellas son frases, literales, del documento con el que el World Economic Forum ha presentado el ETI-2021.

Lo dicho: pinta mal, hay que hacer más y mucho más rápido.

Audio-análisis

Ésta es una de esas ocasiones en que una sola frase puede sintetizar perfectamente cuál es el reto y la solución de un problema complejo. Escuchen a Iván Rivera: "Va siendo hora de plantear alternativas para relegar el coche privado masivo al lugar que le corresponde: el pasado". Y, no, no se refiere sólo a las grandes ciudades.

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'Podcast'

Ya está disponible el cuarto episodio de 2021 de 'Green Deal. La oportunidad de Europa', que trata de la movilidad sostenible de la mano de Mónica Vidal (directora de Políticas Públicas y Gobernanza Climática de Ecodes, licenciada en Ciencias Ambientales y centrada actualmente en movilidad y de eficiencia energética), Antonio Lucio (profesor de Movilidad y Estrategias Urbanas en la Escuela de Organización Industrial (EOI, España) y letrado de la Asamblea de Madrid), Elisa Pozo (arquitecta urbanista e investigadora en la Universidad Politécnica de Madrid) y José Carpio-Pinedo (arquitecto y doctor en Urbanismo por la ETSAM, investigador en la Universidad Complutense y profesor del Máster sobre 'Smart Cities' de la Universidad de Salamanca).


Buena lectura,

Guillermo Sánchez-Herrero
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