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MICHAEL PROBST (AP)

Hamburgo, más que un puerto

Águeda Parra Pérez

5 mins - 16 de Noviembre de 2022, 07:00

Europa siempre ha estado en el radar de las ambiciones de China en el despliegue de los proyectos de la nueva Ruta de la Seda, pero la vinculación más intensa se ha materializado en otras regiones durante los últimos años. De hecho, Arabia Saudí ha acaparado el mayor volumen de inversión en el primer semestre de 2022 por su valor estratégico. Una característica que comparte con Europa, y que la reciente adquisición del 24,9% del puerto de Hamburgo por parte de la naviera china COSCO ha puesto de relieve, elevando así el poder de los puertos al primer nivel de la estrategia diplomática.

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El comercio mundial es eminentemente marítimo y hasta el 90% se transporta por mar. Si bien el Índico es la puerta de entrada de los suministros energéticos de China, por donde el gigante asiático ha desplegado los enclaves estratégicos del Collar de Perlas, el Mediterráneo y los puertos del norte de Europa son las vías por donde se exporta hasta el 75% del comercio exterior europeo. Un 10% de ese tránsito está ya bajo control de Pekín.

Los activos estratégicos, como los puertos, son uno de los cinco focos de mayor interés de la iniciativa china, junto a carreteras, infraestructuras de transporte energético, centros de datos, y ferrocarriles. En los puertos europeos son importantes varias adquisiciones de las empresas estatales COSCO y China Merchants Port (CMP), aunque no son participaciones mayoritarias, con la excepción de las terminales de contenedores de Zeebrugge, en Bélgica, el puerto de Valencia, y el control total del recinto de El Pireo, en Grecia.

Dos momentos históricos de dificultad económica en Europa parecen protagonizar las concesiones portuarias más importantes a COSCO, poniendo énfasis en la diplomacia china para conseguir posicionarse en activos estratégicos europeos. La crisis financiera conllevó la privatización de El Pireo para poder afrontar parte de la devolución de los pagos del rescate de Grecia. Seis años después, la invasión de Ucrania está tensionando las economías europeas ante una coyuntura internacional adversa, afectando de forma especial a Alemania por su alta dependencia del gas ruso. Y aunque los acuerdos de inversión y cooperación suelen promoverse entre los países adheridos a la nueva Ruta de la Seda, la vinculación con Europa resulta estratégica para China, de ahí que sea el cuarto destino de los acuerdos contemplados bajo la iniciativa en 2021.

Como gran potencia exportadora, los puertos son el alma de la economía china, siete de los cuales figuran entre los diez más importantes del mundo en 2021, según International Trade and Customs. Estas capacidades técnicas y de gestión se han trasladado a los puertos europeos con inversión china, que han ganado en volumen de tránsito, haciendo de la privatización de El Pireo una gestión exitosa que ha llevado a situar al puerto griego como el más importante del Mediterráneo, y el cuarto a nivel europeo, ascendiendo desde el puesto 17 en 2007.



Desde la visión de Pekín y Berlín, las respectivas ambiciones marítimas parecen complementarse. La asociación estratégica con COSCO promoverá la recuperación del volumen de tránsito en el puerto de Hamburgo con inversión en infraestructuras, buscando recuperar la segunda posición entre los puertos europeos. Por su parte, China no solamente elevará su participación en el tránsito marítimo europeo, sino que podría afianzar posiciones en Europa a través de su mayor socio comercial, además de un importante impulsor de las políticas europeas. El Pireo acerca Pekín a Europa, y Hamburgo situará al gigante asiático directamente en el centro del viejo continente.

En los últimos meses, los esfuerzos de Europa por mitigar la dependencia del gas ruso han sentado las bases para apostar por la diversificación de las importaciones, reaccionando de forma comunitaria a una amenaza estratégica. Un momento que coincide con la búsqueda de Europa de una mayor autonomía estratégica ante la rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China. Momentos complejos para la Unión Europea que podría beneficiarse de hablar con una sola voz frente a Pekín sin que las dependencias de cada economía pospongan esta ambición comunitaria.

En esta línea, aunque el objetivo empresarial de la asociación estratégica del puerto de Hamburgo con COSCO sea fortalecer la relación comercial entre China y Alemania, el gigante asiático es su principal proveedor y el segundo mayor destino de las exportaciones alemanas, indirectamente mantendrá la intensa dependencia económica. Un beneficio comercial a través de infraestructuras estratégicas claves para la seguridad nacional, y europea.

China es bien consciente del valor estratégico de los puertos, la mayor amenaza histórica del país llegó por vía marítima y las consecuencias de esa etapa todavía permanecen muy vivas entre los dirigentes del país en su camino por recuperar para China el lugar que consideran le corresponde en el mundo. Un enfoque estratégico sobre las vías marítimas que también debería comenzar a priorizarse en las infraestructuras portuarias europeas por su alto impacto en la defensa y seguridad europea.

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