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Pelea de perros bajo la alfombra: el papel de las divisiones dentro de la élite en Rusia

Adrián del Río Rodríguez

6 mins - 23 de Diciembre de 2022, 07:00

Desde la invasión de Rusia en Ucrania, la estrategia política de Putin ha hecho más obvio la concentración del poder político, militar y económico en sus manos. La manifestación más obvia de este poder personalista se puede ver a través de las reuniones con el Consejo de Seguridad, donde sus miembros meramente aprobaban las decisiones de Putin. Mientras tanto, pilares esenciales del régimen, tales como el siloviki, el Servicio Federal de Seguridad, el partido Rusia Unida, los oligarcas y la Guardia Nacional, se encuentran en medio de una guerra brutal bajo el telón de fondo de presiones económicas y descontento popular

Buscamos señales que nos permitan adivinar cuando esta situación acabará. Y, rápidamente, se descarta el papel que las élites en el régimen puedan desempeñar, ya que 'coups d’etat' es poco probable. Putin se ha rodeado de 'Yes-men' proyectando la imagen de que son meras marionetas. Algo de verdad hay en esta interpretación. Sin embargo, como muestra la investigación de dictaduras, no importa cuan concentrado esté el poder en pocas manos. La supervivencia del régimen aún depende en mantener una masa crítica de élites cooperando. Estas élites poseen los recursos, habilidades y 'networks' necesarios para gobernar. Por esta razón, el Kremlin lleva acabo medidas duras para evitar divisiones dentro del régimen y su colapso una realidad.

Divisiones de la élite y el colapso de dictaduras
La escala y brutalidad de la guerra, presiones económicas y el descontento social sería el caldo de cultivo para la proliferación de divisiones en el gobierno. Mientras algunas expresiones de descontento, como la resignación de Anatolii Chubais, han penetrado la niebla de incertidumbre que rodea las dinámicas políticas de las élites en dictaduras, su limitado impacto ha transformado optimistas en pesimistas. Esta narrativa inspira un sentimiento de inevitabilidad donde divisiones son pequeños baches en el camino hacia la guerra.

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Pero, al saltar a las conclusiones basado en esta observación, analistas arriesgan pasar por alto la pregunta clave de por qué algunas divisiones pueden inducir cambio político y otras no. Desde una perspectiva comparada, mi investigación muestra que el 40% de las divisiones dentro de las élites asociadas al partido gobernante en dictaduras tienden a forzar a los líderes a introducir reformas democráticas. Estas élites las compone anteriores y actuales ministros, miembros del parlamento o del partido a nivel local, regional y nacional al igual que líderes de opinión. Cuando éstos resignan para demostrar su descontento con el régimen, divisiones tienden a exponer las debilidades del gobierno y son cooptadas con concesiones y reformas democráticas en vez de ser reprimidas. 

Sin embargo, muchos gobiernos autoritarios prevén que divisiones en la élite sean virales o limitan su efecto 'democratizador'. Pero, desactivar esta amenaza requiere una gestión constante y, su visibilidad, nos permite examinar los costes para la gobernanza en tiempos de creciente descontento.

Desactivando divisiones de la Elite en Rusia
Con los fracasos militares de Rusia, Putin ha recurrido a un 'menú de control autoritario' en constante expansión para garantizar que las élites del régimen sigan sus órdenes. Las estrategias se basan en varias herramientas para garantizar cooperación de figuras clave y represión de la oposición.

Para frenar el descontento de algunas figuras clave, el presidente ha vuelto a nombrar élites en puestos destacados. Después de la orden de invadir Ucrania, el descontento de la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, y del presidente del banco estatal VTB, Andrei Kostin, resultó en su reelección en contra de su voluntad. Otras deserciones de bajo rango dentro de la propaganda estatal también desencadenaron una ola de renuncias de periodistas. Sin embargo, los gerentes de los medios estatales impidieron que las renuncias se extendieran más a través de la cooptación (como bonos), controles internos y expulsiones.



Mientras tanto, la oposición se enfrenta a una represión sin precedentes. Putin eliminó a rivales creíbles (como Navalny) y recurrió a una represión contundente para acabar con la disidencia social, muchas figuras de la oposición abandonaron el país y deserciones está penalizado por ley. Y el Kremlin evitó que el descontento dañe los resultados electorales locales y regionales del 2022. Entre otras cosas, las autoridades no permitieron la postulación de candidatos de la oposición y aprovecharon el sistema de votación electrónica remota para asegurar la reelección de los candidatos oficialistas. Esto desalienta a que el descontento de las élites los lleve a unirse a la oposición.

Mira debajo de la alfombra
Por supuesto, existe una facción influyente de élites a favor de la guerra. Sin embargo, los ejemplos anteriores muestran claramente que las autoridades rusas están invirtiendo recursos significativos para mantener leales a las élites centrales del régimen mientras mantienen una guerra en el extranjero. Pero los recursos para mantener la cooperación de las élites son finitos y su distribución parece depender en mayor parte en cómo la guerra progresa.

Por ejemplo, los últimos fracasos militares de Rusia han fermentado hasta la cima. Incluso entre las élites a favor de la guerra, este tema puede servir como una oportunidad para ascender en la escala política a expensas de otras élites del régimen. Esto aumenta la insatisfacción entre aquellos privados de cargos políticos, recursos, o culpados por incompetencia.

Dado que las élites han visto que la escalada anteriores de la guerra sólo empeoraron las cosas, será difícil convencer a las élites del régimen de adoptar otra ronda de escalada a cambio de nombramientos, beneficios económicos y otras promesas que aseguren privilegios. Esto puede hacer más probables las luchas de poder y divisiones dentro del régimen para asegurar privilegios, como si una pelea de perros se tratara. Ahora solo escuchamos algunos gruñidos por asegurar beneficios bajo el manto de secretismo que caracteriza dictaduras. El Kremlin no se puede mantener ajeno a estas disputas que se acentúan mientras continúa la guerra. Cómo se gestionen estás disputas es un foco relevante para conocer mejor las condiciones que hacen el régimen más propenso a colapsar.

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