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Cripto: poner puertas al campo

Judith Arnal

6 mins - 16 de Febrero de 2023, 07:00

El año 2022 (y el inicio del 2023) está siendo especialmente movido para el mundo de las criptomonedas. Tras haber alcanzado un máximo de cotización de 3 billones de dólares en 2021, el valor de mercado de las criptomonedas se desplomó hasta el billón de dólares. 

Detrás de estas turbulencias se encuentra una sucesión de incidentes, para los que muchos expertos han señalado que la nueva normativa de la Unión Europea, popularmente conocida como MiCA y que entrará en vigor en 2024, habría puesto solución. Por ello, es conveniente hacer un repaso de lo acontecido en el mundo cripto en los últimos meses, con el fin de determinar si MiCA sería, efectivamente, la respuesta a ello.

Es necesario tener claro que las criptomonedas y todos sus servicios asociados generan dos tipos de riesgos: tecnológicos y financieros. La normativa MiCA se centra sobre todo en los riesgos financieros, por lo que la materialización de muchos riesgos tecnológicos habría quedado sin cubrir aun cuando hubiera estado en vigor.

Durante 2022, los riesgos tecnológicos se materializaron en varias ocasiones, afectando a diversos actores del mundo cripto. En primer lugar, varios puentes de cadenas de bloques, necesarios para la comunicación entre las distintas cadenas, resultaron atacados por hackers. Así, los ataques a Ronin Bridge, BNB, Wormhole o Nomad provocaron pérdidas por 2.000 millones de dólares. En segundo lugar, la billetera Slope también fue hackeada, suponiendo pérdidas por 8 millones de dólares para cerca de 10.000 clientes. Finalmente, las plataformas de intercambio no permanecieron a salvo de estas incursiones, registrándose hackeos en Bitmart, Ascendex y Coinbase.

Si la materialización de riesgos tecnológicos ha sembrado incertidumbre en el mundo cripto, los riesgos financieros no se han quedado atrás.
Empecemos con la quiebra de TerraUSD (UST), calificada como stablecoin, por garantizar la estabilidad de su valor en un determinado nivel. Las stablecoins pueden garantizar su valor a través de varios sistemas, fundamentalmente, mediante el respaldo de moneda fiat u otras cripto o de manera algorítmica. UST era una stablecoin algorítmica, que pretendía mantener su valor estable en 1 dólar por medio de la interacción con otra cripto, Luna. Pues bien, en mayo de 2022, el valor de UST se desvinculó del dólar, provocando una venta masiva y el desplome de su valor hasta los 0,2 dólares. 

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Con el desplome de UST y Luna, el fondo de capital riesgo especializado en la inversión en criptos, Three Arrows Capital, tuvo que declararse en quiebra en mayo de 2022, dada su elevada exposición a la mal llamada stablecoin. Lejos de quedarse ahí, el terremoto financiero alcanzó también a la empresa financiera Voyager Digital, que en julio de 2022 tuvo que declararse en quiebra al no poder recuperar el préstamo de más de 600 millones de dólares que realizó a Three Arrows Capital. Celsius también fue otra víctima de las reverberaciones de UST y Luna, declarándose en quiebra en julio de 2022. 

Cuando la cosa parecía que estaba empezando a calmarse, llegó la madre de todas las quiebras, calificada por algunos como el Lehman Brothers de las cripto: la plataforma de intercambios, FTX, una de las mayores del mundo. En noviembre de 2022, se destapó el mal uso de los fondos depositados por los clientes en FTX, la ausencia de unos mínimos estándares de control financiero, así como el entramado financiero de FTX con su brazo comercial, Alameda Research. La plataforma de intercambios rival, Binance, trató de salir al rescate de FTX, pero tras realizar el procedimiento de diligencia debida, repensó su decisión. Para hacerse una idea de la importancia de FTX, basta con ver la lista de algunos de sus acreedores, entre los que se encuentran empresas como Apple, Netflix, Twitter, Meta, LinkedIn o Amazon. La quiebra de FTX ha arrastrado a la empresa financiera BlockFi, a la que FTX tuvo que rescatar de las consecuencias generadas por UST y Luna. Y ya entrando en 2023, se ha producido el último incidente cripto: la empresa financiera Genesis se ha declarado en bancarrota también.



La Unión Europea está a la vanguardia en la regulación de las cripto y todos sus servicios asociados. No en vano, en 2024, entrará en vigor MiCA. Es cierto que MiCA habría podido prevenir o mitigar muchos de los riesgos financieros materializados en los últimos meses: desde exigir reservas adecuadas a UST y Luna, hasta imponer importantes requisitos de transparencia y buen gobierno a plataformas de intercambio como FTX o empresas financieras como Three Arrows Capital. 

Sin embargo, todo lo anterior tiene tres inconvenientes importantes, además de no poder proteger a los usuarios financieros de muchos riesgos tecnológicos. Primero, MiCA no resulta de aplicación a gran parte de los cada vez más importantes Non Fungible Tokens. Segundo, la protección a los inversores proporcionada por MiCA no está al mismo nivel que la dispensada en el caso de los activos financieros: no existe un fondo de garantía de inversores, la supervisión de manipulaciones de precios es mucho más laxa al no existir reporte de transacciones al supervisor y los requisitos de custodia son también mucho menos gravosos. Es decir, cuando MiCA esté en vigor, las criptomonedas y sus servicios pasarán a ser productos regulados, pero dotados de menores mecanismos de protección que los activos financieros. Tercero, la normativa MiCA no va a impedir que un prestador de servicios de criptoactivos establecido en un tercer país y que no cumpla con los requisitos de MiCA preste servicios a un ciudadano de la Unión Europea que así lo solicite. 

Es decir, como ya ha solicitado la Presidenta del BCE, Christine Lagarde, es necesario ir pensando ya en un MiCA 2.0. También es importante que los supervisores financieros continúen advirtiendo a los inversores, sobre todo los minoristas, de los riesgos derivados de invertir en criptoactivos. Y sobre todo, es imprescindible un enfoque global en la regulación de las criptomonedas. De lo contrario, todo esfuerzo, si bien producirá ciertos efectos positivos, no dejará de ser como intentar poner puertas al campo.

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