La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia es una confirmación del deseo de Putin de reanudar su expansión territorial. La guerra lanzada por Putin contra Ucrania es un desafío a Occidente, principalmente a Europa. Rusia intenta debilitar al máximo a la UE mediante el chantaje energético y alimentario, provocando la afluencia de refugiados, promoviendo el terrorismo internacional, financiando a grupos extremistas y radicales en la UE. Esta no es en absoluto una lista exhaustiva de las herramientas híbridas utilizadas por el Kremlin para destruir Europa.
La guerra iniciada por Putin ha cambiado el orden mundial, ha causado agitación política, económica y de seguridad, cuyas consecuencias son difíciles de predecir. Putin provoca contradicciones en el mundo moderno y agrava la situación socioeconómica. La UE no puede distanciarse de tales amenazas:
Rusia incide directamente en el crecimiento de los sentimientos revanchistas, populistas y extremistas en Europa, aumenta el descontento y la decepción entre los europeos. En última instancia, puede dividir a la UE, que debe responder a la amenaza rusa y tomar las medidas necesarias para su propia protección.
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En el sudeste de Ucrania, que se ha convertido en el mayor teatro de operaciones militares en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, Rusia continúa librando brutales combates.
Cuanto más dure esta guerra, más seguro estará Putin de su impunidad y de su capacidad para seguir librando guerras de agresión, incluso contra los países de la CEE. Las hostilidades en curso permiten a Putin alcanzar dos objetivos:
mantener a Ucrania fuera de las instituciones supranacionales de Occidente y crear un Estado tapón para nuevas amenazas híbridas y, más adelante, militares contra Europa. Este es el mayor peligro de que Ucrania no se adhiera a la UE: en el contexto de la venganza geopolítica del Kremlin, que se manifiesta en forma de guerra de agresión, Ucrania, fuera de Europa y de sus instituciones supranacionales, se convierte automáticamente en una
zona de escala para el ataque ruso contra la UE. El mundo tal y como era antes de la invasión a gran escala de Rusia ya no existe. Ucrania, al ser una "zona de seguridad" entre la Federación Rusa y Europa, se convertirá en una herramienta para la destrucción gradual de esta última.
Si Ucrania forma parte de la UE y de la OTAN, será una garantía de la preservación del Occidente civilizacional y de su exitosa resistencia a Rusia.
El 28 de febrero de 2022, poco después del inicio de la invasión a gran escala de la Federación Rusa, Ucrania presentó una solicitud de adhesión a la UE, que fue apoyada por el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo. En junio de 2022, Ucrania obtuvo el estatus de candidato a la UE.
En aquel momento, el 91% de los ucranianos apoyaba la idea de adherirse a la UE. Se trata de la cifra más alta de toda la historia de la independencia del país. La invasión rusa, que disipó cualquier ilusión sobre las verdaderas intenciones del Kremlin de ocupar Ucrania, fue motivo de un gran apoyo a las opiniones proeuropeas entre los ucranianos. Esta invasión fue un shock para los europeos, que no esperaban que Putin fuera capaz de una guerra de agresión en el siglo XXI, acompañada de asesinatos en masa y destrucción de asentamientos. En consecuencia, hubo previsiones pesimistas de la UE sobre la capacidad de Ucrania para superar los retos y amenazas causados por la guerra. Así, se predijo que en 2022 la caída de la economía ucraniana sería del 50%, se habló del colapso inminente del sistema bancario y de una inflación devastadora.
En la práctica, Ucrania superó todos los retos: el declive económico al nivel del 30 %, no del 50 %, la moneda nacional, la hryvnia, tras una caída temporal en 2022, se fortaleció un 10 % ya en el primer trimestre de 2023 en medio de la guerra en curso. El sector bancario también sobrevivió: durante la guerra, sólo 4 instituciones bancarias de Ucrania dejaron de funcionar, 67 de ellas siguen funcionando hoy en día, 46 de ellas terminaron 2022 con un balance positivo. En general, el país consiguió mantener el control sobre la situación económica. Ucrania sorprendió a Europa y superó la prueba del derecho a ser llamado Estado fuerte y soberano.
En las condiciones de una guerra a gran escala, Ucrania preservó la economía, la esfera social, se realizaron todos los pagos necesarios y consiguió salvar un segmento clave de la industria. No todos los países de Europa, estando en una hipotética guerra con un enemigo asimétricamente fuerte, serían capaces de tales desafíos.
La UE se beneficiará de la adhesión de Ucrania en el ámbito de la energía, la logística, la industria, las tecnologías digitales, la exportación de alimentos desde Ucrania, etc. La frontera común entre Ucrania y la UE tiene 1.358 km de longitud y 33 puestos de control. Esto abre grandes oportunidades para la cooperación transfronteriza.
La industria energética es una prioridad:
desde el 16 de marzo de 2022, el sistema eléctrico ucraniano está sincronizado con la red continental europea ENTSO-N. A pesar de las hostilidades, hasta octubre de 2022, Ucrania siguió exportando electricidad a Polonia, Eslovaquia y Rumanía. En marzo de 2023, Ucrania reanudó la venta de electricidad a la UE. Tras el fin de la guerra, la electricidad ucraniana podrá estar disponible para la mitad de los países europeos.
El potencial agrícola de Ucrania es especialmente importante. Rusia pretende provocar una crisis alimentaria mundial que afectará inevitablemente a la UE. Ucrania es uno de los principales productores de alimentos, sobre todo de cereales. A principios de 2022, en algunas economías de la UE, la aceleración de la inflación alcanzó un récord.
En marzo, se produjo el "shock inflacionista" en Europa, que se vio reforzado por el "bloqueo energético" del Kremlin y el bloqueo de los puertos ucranianos en el Mar Negro. Rusia lo hizo intencionadamente, pero Europa no se lo esperaba. Los precios sin precedentes del gas provocaron una reducción de la producción industrial en la UE, en particular en Alemania, que es el buque insignia entre las economías de la UE. El bloqueo de las exportaciones ucranianas de alimentos provocó un aumento de los precios de los alimentos en la UE, golpeando a los grupos vulnerables.
Así pues, Ucrania, como parte de la UE, se convertirá en un proveedor fiable de alimentos.
Además, Ucrania tiene amplia experiencia en la lucha contra la propaganda rusa y puede ayudar a Europa a identificar y eliminar las amenazas informativas. La creación de un mercado único digital entre Ucrania y la UE fomentará la cooperación económica, que se convertirá en una prioridad para la UE tras el final de la guerra. Actualmente, el principal objetivo para Occidente debería ser la integración de Ucrania en su espacio civilizacional y la localización de la amenaza rusa dentro de sus propias fronteras.
Muchos años de miedo a Rusia y reticencia a aceptar a Ucrania en la OTAN y la UE, para no provocar a Putin, provocaron la reacción contraria y jugaron una mala pasada a Europa. La negativa a proporcionar un MAP (Membershi Action Plan) para Ucrania durante la Cumbre de la OTAN en Bucarest se convirtió en el punto de partida de las guerras de agresión de Putin, desde la invasión de Georgia en 2008 hasta la ocupación de la Crimea ucraniana en 2014. La indecisión occidental ante estos flagrantes actos de agresión en Europa ha animado a Putin a lanzar una invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
Ahora su objetivo es crear una poderosa coalición antioccidental y, en última instancia, poner a todo el Sur Global en contra del Norte Global. Rusia utiliza la anterior lista de amenazas híbridas contra la UE para debilitar y dividir esta asociación supranacional.
Si Rusia provoca realmente una escisión en la UE, la OTAN se debilitará inevitablemente y perderá su capacidad de defensa, lo que a medio plazo amenaza con la invasión del ejército ruso en los Estados bálticos y Polonia. A diferencia de Europa, Putin ignora las pérdidas demográficas y económicas y está dispuesto a continuar la guerra durante años. Su sueño es ver al ejército ruso cerca del Canal de la Mancha. En 2021, nadie creía en la posibilidad de que Rusia iniciara una guerra a gran escala. Si Ucrania no se adhiere a la UE y a la OTAN, los tanques rusos recorrerán las calles de las ciudades europeas.
El procedimiento de adhesión a la UE y a la OTAN debe tener en cuenta la actual amenaza rusa, que Occidente no ha conocido en la historia moderna. La transición de Ucrania en su espacio civilizacional creará un poderoso puesto avanzado de protección contra la Federación Rusa y servirá como factor para preservar la unidad de Europa.
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