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Los dos polos de Europa: la perspectiva de la política europea de Polonia y España

Maciej Pawlowski

5 mins - 20 de Julio de 2023, 07:00

Las políticas europeas de Polonia y España son opuestas en muchos aspectos, y las Elecciones Generales que tendrán lugar en ambos países favorecen la exposición de las diferencias entre ellos durante la presidencia española del Consejo de la UE. Sin embargo, existen algunos intereses comunes, cuyo reconocimiento dependerá en gran medida de quién asuma el poder en ambos países.
España está en medio de una larga campaña electoral que concluirá con las elecciones al Parlamento Europeo en 2024. El 28 de mayo se celebraron las elecciones municipales y autonómicas, y este próximo domingo 23 de julio tendrán lugar las Elecciones Generales. Si las tendencias electorales actuales se mantienen, lo más probable es que se forme un gobierno de PP-Vox. Sin embargo, no se puede excluir que Pedro Sánchez pueda mantener un gobierno de coalición con Sumar si PP y Vox no alcanzan los 176 diputados.

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En Polonia las Elecciones Generales están programadas para octubre. Los resultados de las encuestas indican que el gobernante PiS ganará las elecciones con unos 210 escaños en el parlamento de 460 miembros. El principal partido opositor Coalición Ciudadana (KO) obtendría unos 150 diputados, y los 100 restantes se dividirían entre la Confederación, Polonia 2050, PSL y la Izquierda. Todos estos partidos descartan una coalición con PiS. Ante esta situación, la primera posibilidad postelectoral podría ser la formación de un gobierno integrado por representantes de todos los partidos de oposición actuales, encabezados por el KO. Sin embargo, hay diferencias ideológicas significativas entre estos partidos y también algunos partidos pueden considerar que la coalición con el PiS les permitiría ocupar más puestos ministeriales. En mi opinión, la segunda opción es más probable que la primera.

¿Qué hay sobre la mesa en Bruselas?
Durante negociaciones presupuestarias de la UE, Polonia y España actuaron en equipo en la fase de fijación del presupuesto y luego se enfrentaron por el reparto. Los dos países también se han enfrentado en el ámbito de la política climática de la UE. España apuesta por una descarbonización rápida y Polonia por una vía más lenta. Otro punto de discordia fue la cuestión de la migración. Polonia se opuso a las cuotas obligatorias para la relocación de inmigrantes, que defendían entre otros España. Sin embargo, el año pasado Polonia aceptó 3 millones de refugiados ucranianos, sin esperar que la UE los reubicara. Además, el gobierno de Sánchez está a favor de profundizar la integración europea y el gobierno de Morawiecki de dejar una serie de competencias a cargo de los Estados miembros. 

Las consignas de la Presidencia española del Consejo de la UE son: la autonomía estratégica, la reforma energética y la celebración de nuevos acuerdos comerciales con los países latinoamericanos. Polonia puede apoyar este programa con dos condiciones: que la autonomía estratégica no altere los lazos con Estados Unidos y que la reforma energética no signifique el abandono demasiado rápido del carbón sin ninguna compensación. 



La revisión del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 será también una cuestión importante para la Presidencia española, en relación con las nuevas necesidades de gasto: apoyo a Ucrania y aceleración de la transformación ecológica. Es probable que Polonia, a diferencia de España, apueste más por este primer punto. La UE también tendrá que encontrar nuevas fuentes de financiación. En este sentido, Polonia y España pueden llegar a un acuerdo apoyando conjuntamente, entre otros, un impuesto digital y un impuesto fronterizo al carbono. Por parte de Polonia, la actitud hacia la relajación de las normas fiscales de la UE, que es la opción de España, sigue siendo un tema abierto.

¿Qué cambiará después de las elecciones?
Los gobiernos actuales de ambos países tienen diferencias de opinión, sobre todo en materia de política climática y migratoria. Probablemente competirían entre sí en las negociaciones sobre la modificación del presupuesto de la UE. Tampoco Polonia apoyará ningún cambio en los tratados de la UE, incluida la abolición de la regla de la unanimidad en las votaciones del Consejo Europeo. No pienso que después de las elecciones, estas diferencias desaparezcan. Sin embargo, hay espacio para los acuerdos. Si España apoya el desbloqueo de fondos de reconstrucción para Polonia, Polonia puede apoyar la relajación de las normas fiscales de la UE. 

Un mayor margen de acuerdo surgirá si al menos en uno de los países hay un cambio de gobierno despues de las elecciones. Si Sánchez mantiene el poder en España y se crea un gobierno dirigido por KO en Polonia, es probable que se acerquen las posiciones en temas climáticos y migratorios. Pero, el gobierno liberal polaco sera poco probable que apoye a España para relajar las reglas fiscales de la UE. 

Por el contrario, si en Polonia el PiS mantiene el poder y en España se forma un gobierno PP-Vox, entonces la parte española estará dispuesta a acercarse a los postulados polacos en materia de política climática y migratoria. Los gobiernos también tendrán una visión similar de la autonomía estratégica de la UE, asegurándose de que no perturbe los lazos transatlánticos. 

El mayor espacio de acuerdo se encontraría en el cambio de gobierno en ambos países. PP y KO pertenecen a la misma facción en el PE y son partidos similares. 
 
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